A una treintena de kilómetros al nordeste de Dakar encontramos los lagos Rosa y Retba, que extienden sus aguas poco profundas. El lago Rosa es conocido con este nombre por su color, debido a una fuerte concentración de minerales. Diez veces más salada que el océano, esta laguna permite disfrutar de un baño en unas condiciones parecidas a las del Mar Muerto: incluso se flota sin esfuerzo. El lago Rosa también se explota debido a su riqueza salina. La recolecta se realiza en la orilla sur, en la zona de Niaga Peul. Los senegaleses, sumergidos completamente en el agua, llegan al fondo del lago para recoger la sal y luego secarla al sol, antes de introducirla en sacos de 25 kg para su posterior comercialización.