Declarada patrimonio mundial de la UNESCO en el año 2000, San Luis posee una atmósfera única y cautivadora. La antigua capital de África Occidental Francesa se divide en tres grandes partes perfectamente distinguidas: sus afueras situadas en el continente y sus dos islas unidas a éste por el emblemático puente Faidherbe. Lugar de paso obligado para llegar al corazón histórico de San Luis y obra inspirada en el trabajo de Gustave Eiffel, esta hermosísima estructura metálica es el símbolo de este mostrador comercial por excelencia, que fue una de las principales escalas del Aeropostal. Lejos de las imágenes comunes en Senegal, la "bella durmiente" embelesa a lo largo de estas calles tan perpendiculares donde los colores intensos y pastel de las fachadas se combinan a las mil maravillas bajo el sol. Las casas típicas de San Luis, siempre acondicionadas con un patio, son joyas mejor o peor conservadas de la época colonial. Dejando la isla de San Luis para pasar a la isla de Ndar, el visitante olvida rápido esta exquisitez indolente para codearse con la perpetua y fascinante escoba de los pescadores y su familia. Los colores abigarrados de las piraguas, las callejuelas arenadas y llenas de actividades, los pequeños hábitats tan poblados, las caras sorprendidas, el pescado curado y apilado son algunas de las imágenes destacadas de este lugar de vida animado entre río y océano.
La primera etapa aconsejada es el sindicato de iniciativa de la ciudad de San Luis. Una vez reunida la documentación, tendrás mucho donde elegir: visita del pequeño museo dedicado a Jean Mermoz y la aventura del Aerospacial, descansar en las playas de la lengua de Barbarie; visita del Parque Nacional de Djoudj, una reserva ornitológica de 16.000 hectáreas, situada a 60 km de San Luis, diversos tipos de caza, pesca a la cacea, etc.
Sube a uno de los tejados de San Luis para admirar su panorama, con su emblemático puente Faidherbe, realizado por Nouguies.
Pasea por las calles de la ciudad para descubrir poco a poco los almacenes del lado del río, las múltiples tiendas donde todavía se leen los nombres de los ricos comerciantes franceses, símbolos de una época pasada, las casas coloniales, sobre todo la más grande de todas, la Casa Rosa, el barrio militar, la sorprendente y enorme grúa de vapor abandonada, el barrio de pescadores, etc.
Hay que vacunarse contra la fiebre amarilla y seguir un tratamiento contra el paludismo para ir a Senegal. Se recomienda utilizar un pantalón y zapatos altos para caminar por la sabana. No te prives a la hora de regatear, conseguirás reducciones de precio importantes.
El desplazamiento San Luis - Dakar se hace muy fácilmente en coche, ya que es la mejor carretera de todo Senegal.
Pide permiso siempre antes de fotografiar a los habitantes, sobre todo en el barrio de pescadores de San Luis.
No te bañes en los ríos ni en aguas estancadas. Bebe sólo agua embotellada o esterilizada. Ten cuidado cuando vayas de compras. Olvídate de los bolsos, zapatos y cinturones de cocodrilo para no fomentar la caza furtiva.
La especialidad de San Luis que debes degustar sí o sí es el pescado relleno al estilo de San Luis. El auténtico plato se cocina con mújol de mar. Se elabora un relleno con la carne desmenuzada del pescado, mezclada con pan, pimiento, cebollas verdes, etc. Luego se rellena la piel espesa del mújol, se cose y se cuece al horno. Este plato se recubre con salsa y se acompaña de arroz.
Como en todo Senegal, los vendedores vendrán a ofrecerte sus variados tesoros: máscaras de procedencias varias, numerosos objetos de madera, joyas de pacotilla o de calidad (de cobre, plata o hueso), múltiples tejidos de colores llamativos, etc.