En Siria, la fabricación de telas es una tradición muy antigua. Del zoco de Damasco, te quedarás con los brocados tejidos con hilos dorados o plateados. De Alepo destacan los fulares de seda de colores vivos. También encontrarás pastillas de jabón con aceite de oliva o de laurel, el antepasado del jabón de Marsella. En Damasco, son especialistas en la taracea pero, a menudo, las incrustaciones de nácar o hueso de camello son sustituidas por materiales plásticos.
Las alfombras de los zocos no suelen proceder de la artesanía local, sino de lugares como Irán, Turquía o el Cáucaso. Son relativamente caras.
Las tiendas abren de 08:00 a 13:00 y de 14:00 a 18:00. En verano, abren hasta las 19:00 ó 20:00.
Los mezzes o entrantes, fríos (humus, puré de garbanzos con aceite de oliva; baba ganush, una crema de berenjenas y sésamo; bastorma, carne vacuna curada con pimentón...) o calientes (burek, una especie de hojaldre de queso; kebbe, albóndigas de carne picada fritas...), se sirven como entremeses, pero pueden conformar casi la comida al completo. Los pinchitos de cordero (chich kebab) o de pollo (chich tauk) forman parte del menú de cualquier restaurante. Los dulces, a base de miel y pistachos, son deliciosos. Prueba el arac, puro o rebajado con agua. Es el aguardiente local.
El regateo es una tradición en los zocos. Es conveniente que te tomes tu tiempo y que sepas calcular los precios. De ninguna forma te sientas obligado a comprar un artículo cuando creas que el precio acordado sigue siendo demasiado elevado. Simplemente, te vas de la tienda. Así son las reglas de juego.
Los baños árabes forman parte de la vida de los sirios. Tanto hombres como mujeres los frecuentan, pero en franjas horarias diferentes o bien en partes distintas.
Los sirios son tirando a "conservadores". Evita las ropas muy cortas o muy pegadas al cuerpo, y todo lo que pueda parecer provocativo. Nada de pantalones cortos ni espaldas al descubierto al entrar en las mezquitas o iglesias. Si estableces conversación con un sirio, evita los temas que puedan herirle: Israel, el régimen político... Podría molestarse.