La primera potencia económica de África goza de una enorme superficie, superior a un millón de kilómetros cuadrados que se extienden en la parte inferior del continente. Circundada por Océano Atlántico y por el Índico al sur, este y oeste, esta antigua colonia británica limita en el norte con Namibia, Botsuana, Zimbabue y Mozambique. En Sudáfrica encontrarás una gran diversidad paisajística y cultural, que cuenta con más de once idiomas oficialmente reconocidos y doce religiones diferentes.
El cabo de Buena Esperanza marca la frontera entre el Océano Índico y el Océano Atlántico, pudiéndose practicar una gran variedad de deportes acuáticos en ambas costas. Sumergirse entre las profundidades y descubrir las diferentes especies animales y vegetales que pueblan sus fondos marinos, surfear entre las gigantescas olas provocadas por las corrientes de los dos océanos, perderse entre sus fastuosos bosques y selvas vírgenes o sobrevolar en helicóptero el cabo, son algunas de las múltiples que tendrás la ocasión de realizar durante tu aventura en el país de Nelson Mandela. Sudáfrica se adapta a los gustos y deseos de cada turista haciendo de él un país al que siempre querrás volver.
Johannesburgo, a pesar de no ser una ciudad realmente turística, posee el aeropuerto más grande de África, convirtiéndose en un destino de paso para la mayoría de turistas que llegan al país. La ciudad que mayor atracción ejerce sobre los turistas extranjeros es Ciudad del Cabo. La Montaña de la Mesa, un macizo rocoso de cima plana y pendientes vertiginosas, bañada a sus pies por las aguas del océano Atlántico, dota a esta mágica urbe de uno de los paisajes más bellos del mundo.
Los amantes de la naturaleza encontrarán en Ciudad del Cabo un destino a su medida. Entre sus principales atracciones y centros de interés destacan el jardín botánico de Kirstenbosch, la colonia de pingüinos de Simon's Town y la isla de las focas. De igual manera, la visita de la montaña de la Tabla se antoja como otros de los lugares más emblemáticos de la ciudad. Los más atrevidos ascenderán las paredes rocosas a pie mientras luchan contra las grandes pendientes que encontrarán a su paso; un esfuerzo intenso que les permitirá disfrutar con los cinco sentidos de las diferentes especies de flora y fauna que pueblan sus colinas. Quienes prefieran disfrutar del macizo de una forma más relajada, podrán ascender cómodamente hasta la fina tomando el teleférico. Desde lo más alto de los 1073 metros de altitud que presenta esta montaña rocosa, la vista panorámica es simplemente impresionante. Desde la cima podrás observar toda la ciudad, la reserva natural del cabo de Buena Esperanza y la inmensidad del océano como fondo de uno de los paisajes más asombrosos del continente africano.
Para los que dispongan de un amplio presupuesto, Sudáfrica es el paraíso de las compras. Los diamantes son sin duda los que ofrecen mejores oportunidades de negocio gracias a unas tarifas hasta un 30% más reducidas que en Europa. Pueden encontrarse fácilmente (sin IVA para los extranjeros) en los grandes centros comerciales. En cuanto a las joyas y la artesanía africana, existen "Curios", es decir, las tiendas de souvenirs, por doquier.
Numerosos tipos de cocina confluyen en Sudáfrica. En los restaurantes de las reservas podrás degustar algunas de las especialidades más tradicionales de la gastronomía local. La comida es servida normalmente en forma de bufet para que puedas probar todos los platos que desees. A la hora de pagar te sus precios, realmente asequibles en comparación con cualquier país europeo.
Las barbacoas son una práctica muy popular en todo el país. Conocidas en africano con el nombre de ?brai?, estas son realizadas tanto en el exterior de las casas como en el interior de las mismas. También son muy frecuentes los picnics. Es muy común salir a la calle y encontrarse con la gente comiendo en parques, plazas, o cualquier sitio donde puedan sentarse y pasar un buen rato en buena compañía. Pollo, ternera o cordero acompañado de una cerveza bien fría son los ingredientes principales de un buen picnic.
Sudáfrica figura en el tercer puesto del ranking mundial de los países productores de vino. Las regiones de Stellenbosch y de Paarl representan el 45% de la producción total del país. Sus grandes especialidades vinícolas son los tintos Cabernet-Sauvignon, Merlot, Pinot y Sirah ; y los blancos Chardonnay y Muscadet.
La tribu Zulú, formada por diez millones de individuos, controlo casi la totalidad del país dirigidos por el legendario monarca guerrero Shaka a comienzos del siglo XIX. Organizados en clanes, los zulús tienen la reputación de ser fieros guerreros, respondiendo únicamente a las órdenes de su rey Goodwill Zwelithini. Su vestimenta tradicional está hecha con piel de leopardo, y cuando realizan las danzas tradicionales suelen portar lanzas y escudos forrados con piel de vaca, denomindados Toyi Toyi.
En Sudáfrica predominan las excursiones y visitas contratadas a través de agencias especializadas. Existen diversos tipos de recorridos. Durante el desarrollo de tu viaje podrás realizar múltiples rutas, como el clásico tour por Ciudad del Cabo, generalmente con una duración de entre nueve y quince días, la cada vez más demandada ruta de los vinos, la ruta de los jardines, y el tour por la región Kruger. Independientemente de cual sea tu elección, podrás disfrutar en todas ellas de la diversidad paisajística que caracteriza a este país.
Durante tu estancia no puedes quedarte sin visitar un pequeño pueblo llamado Santa Lucia. Allí podrás degustar el mejor pescado y el marisco más fresco de todo el país. Además, el precio de las habitaciones de sus hoteles es muy asequible, lo que no supondrá un desembolso extra para tu bolsillo. También, en el puerto, podrás alquilar una embarcación y recorrer el estuario del río donde te encontrarás con cocodrilos e hipopótamos. Otra popular opción sería disfrutar de un safari organizado que te permita contemplar las principales especies de fauna del país en total seguridad.