Dominada por la Table Mountain y por su silueta característica, Ciudad del Cabo es, sin lugar a dudas, la ciudad más fascinante de Sudáfrica. Fundada en 1652 por los holandeses, en la actualidad, esta antigua colonia se ha convertido en una ciudad tentacular cuyo dinamismo impacta al visitante nada más llegar. Mestiza, cosmopolita, siempre en efervescencia, se diría incluso que experimenta un placer malévolo al mezclar las referencias. ¿Estamos en África, en Europa o en América? Un poco en las tres. Desde los altos edificios del barrio de negocios a las casitas llenas de colorido del barrio malayo, Ciudad del Cabo sorprende por su diversidad arquitectural y por su eclecticismo cultural. A pesar de que no hay que tener miedo de ir solo por las calles, en algunos de los barrios es mejor ir acompañado por alguien que conozca bien la zona. A pesar de que la inseguridad en Sudáfrica está a la orden del día, esta sensación no se siente demasiado en Ciudad del Cabo. Pero más allá de su aspecto urbano, la ciudad seduce también por sus alrededores que ofrecen numerosas posibilidades para hacer excursiones. Así pues, una estancia de una semana en la región de Ciudad del Cabo no es un gran gasto para aquellos que pretendan descubrirla a fondo. Aún menos si se tiene en cuenta que aquí el coste de la vida es mucho más barato que en Europa y que la hostelería es de una calidad notable.
Empieza por ganar altura con la ascensión en teleférico por la Table Mountain (1.086 m), la mejor manera de disfrutar de una panorámica espectacular de la ciudad y de sus alrededores. A sus pies se extiende el jardín botánico de Kirstenbosch, un santuario vegetal que acoge a más de 9.000 especies diferentes. En invierno, se organizan conciertos regularmente. No muy lejos de allí, el barrio residencial de Constantia te ofrecerá un anticipo de la Ruta de los vinos. Aquí fue donde los colonos plantaron las primeras viñas y las antiguas casas de sus cultivadores hoy sirven de marco perfecto para las degustaciones. Los amantes del vino encontrarán aquí un punto de partida ideal para una escapada por la ruta de los viñedos, los enamorados de la naturaleza lo verán como una etapa imprescindible de la exploración de la Ruta de los Jardines o del Cabo de Buena Esperanza.
Date un paseo por V&A Waterfront, sobre todo al caer la tarde, para disfrutar de un ambiente deliciosamente balneario y para descubrir los últimos restaurantes de moda en Ciudad del Cabo. Sal de la ciudad por la carretera que bordea la costa hasta la playa de Camps Bay, cuyas lujosas mansiones ancladas en el borde de la colina te dejarán pensativo. Luego, pon rumbo a Simson's Town y a su sorprendente colonia de pingüinos, a los que podrás ver muy de cerca. La reserva natural del Cabo de Buena Esperanza está a un paso... Una vez allí, toma el funicular que te conducirá hasta el faro de Cape Point. Las vistas al mar y a la península son sorprendentes.
Si alquilas un coche, no olvides confirmar que estás cubierto por algún seguro ya que dos de cada tres vehículos no están asegurados y en caso de accidente esto podría traerte problemas.
Infórmate en las oficinas de turismo o agencia de viajes antes de la salida si viajas por tu cuenta ya que algunos barrios se deben evitar recorrer a pie.
Ciudad del Cabo es famosa por sus platos de pescado y por su marisco. País productor de vino, no puedes irte sin degustar alguna de sus producciones locales. Numerosos restaurantes sabrán seducir tu paladar a muy buen precio pero ten en cuenta que la propina no suele estar incluida en la cuenta.
Para ir de compras hay que ir a Greenmarket, en pleno centro de la ciudad. En este mercadillo vivo y colorido se pueden encontrar souvenirs de todo tipo, entre ellos las fabulosas máscaras africanas.