Tienes que ver las dos grandes islas de Oland y Gotland, a lo largo de la costa báltica. La isla de Oland, accesible desde Kalmar por un puente de 6 km, tiene unas costas muy abruptas frente al estrecho. Esta isla, muy soleada, gusta por sus playas y sus lugares (vestigios históricos, monolitos y 400 molinos de viento). En pleno mar Báltico, se encuentra la exótica isla de Gotland. Mezcla abruptas cascadas calcáreas y playas. La vegetación es exuberante gracias al clima soleado, sobre todo en primavera y otoño.