La región de Berna, un vasto territorio central que une la Suiza romanda y la alemana, es muy agrícola y tradicional, aunque dispone de muchos atractivos para los turistas que buscan la naturaleza salvaje, las tradiciones rurales y los paisajes campestres. El Oberland bernés es la Meca para los amantes del senderismo, con las románticas riberas del lago de Thoune hasta las heladas lenguas de los glaciares, pasando por innumerables bosques. En la región de Emmental, no es nada raro cruzarse con pequeñas carretas tiradas por un caballo, mientras que las casas del campo, con sus enormes techos de varias alas, sus esculturas de madera y sus pinturas que adornan las fachadas, están siempre muy peripuestas. Muchos trenes cremallera recorren valientemente los Alpes de la Jungfrau hasta la estación más alta de Europa, a 3.454 m de altitud, disputándose dicho mérito con los funiculares y teleféricos. Adelboden, Lenk, Interlaken, Grindelwald, Brienz y el valle de Lauterbrunnen son algunas de las escalas para caminar entre una naturaleza maravillosa, entre lagos tranquilos y cascadas impetuosas, valles frondosos y cimas nevadas.