La ciudad de Friburgo, situada cerca de la frontera con Francia, destaca por sus inmensos kilómetros de zonas verdes, sus puentes, gran cantidad de fuentes, su maravilloso y espectacular río Saane, y por su arquitectura estilo medieval. Si dominas el francés te moverás como pez en el agua por la ciudad, puesto que es el primer idioma que se habla aquí (63,6 %), seguido del alemán (21,2 %). Aunque también puedes echar mano del inglés, ya que los suizos están bien formados en los idiomas, por lo que en los comercios y restaurantes lo suelen hablar perfectamente. Esta ciudad de unos 38 mil habitantes, te proporcionará una gran tranquilidad, pero a la vez cuenta con lugares muy atractivos que visitar y de los que disfrutar. La zona más popular de Friburgo es sin duda alguna su « vieille ville», su casco antiguo o ciudad vieja, abarrotada de bares, restaurantes y comercios. La ciudad de Friburgo ofrece unos paisajes espectaculares desde lo alto de sus colinas desde donde se divisa toda la ciudad. Podrás coger el funicular (de madera y muy antiguo) para ir desde la ciudad vieja hasta lo alto de la ciudad. La zona que se sitúa alrededor del río es ahora una de los espacios más caros de la ciudad para vivir, cuando antaño era considerado un barrio de familias humildes. Otros atractivos que no te puedes perder son la Catedral de San Nicolás, cuyo órgano se encuentra actualmente en renovación, el Hotel de Ville y la Place de Ville y el Espacio Jean Tinguely-Niki de Saint Phalle, creado en 1998, donde disfrutarás de un arte muy particular por parte de ambos artistas del siglo XX, una nueva forma de entender el realismo a través de representaciones que cobran vida mediante el movimiento. Las obras que encontrarás en esta exposición plasman pinceladas de la vida del matrimonio de artistas. También puedes visitar el Museo de Arte e Historia de la ciudad, para conocer su tradición más de cerca. Si quieres ver Friburgo de forma original y practicando deporte, puedes hacerlo jugando al minigolf, a través de un recorrido por 18 puntos diferentes, donde bordearás el río y pasarás por los lugares más bellos y espectaculares de la ciudad. También podrás practicar otros deportes como senderismo, bicicleta o navegar en canoa por el río. Si tu visita a Friburgo coincide con la celebración del Corpus Cristi (día festivo oficial) no te pierdas su procesión, porque en esta ciudad esta fiesta católica (el 69 % de la población es católica) tiene un significado, una belleza especial y una tradición muy importante para sus ciudadanos.
Recorre a pie el casco antiguo y disfruta de sus bares y comercios. Coge el funicular para desplazarte desde la ciudad vieja hasta lo alto de la ciudad y así admirar los espectaculares paisajes, desde ahí harás tus mejores fotos. Recorre sus calles, puentes y su río Saane de una manera original y práctica, jugando al minigolf . Práctica deporte en plena naturaleza y aprovéchate de las mejores vistas: senderismo, escalada, canoa entre otros. También puedes pasear por la ciudad en bici , alquila la tuya en cualquiera de las 80 estaciones de tren de la ciudad por 25 F, durante medio día o por 33 F todo el día.
Fribourg cuenta con una amplia oferta de museos y exposiciones, entre ellos los más importantes: Espacio Jean Tinguely-Niki de Saint PhallE y el Museo de Arte e Historia. También puede visitar otros, tales como: Museo de Historia Natural y Jardín Botánico, el Museo Suizo de la Máquina de Coser, Museo Suizo de Marionetas, Museo Gutemberg, Museo de la Cerveza Cardinal, Centro de Arte Contemporáneo de Friburgo. También puedes pasear y admirar la arquitectura y belleza de su casco antiguo.
Friburgo no es una ciudad muy grande por lo que la mejor forma de conocer la ciudad y moverte por ella será caminando. De esta manera no te perderás ni un solo rincón de la ciudad y aprovecharás tu estancia al máximo. También puedes hacer uso del trenecito (cuesta10 F) que circula y te muestra los alrededores del casco antiguo.
Evita el coche para moverte por la ciudad, a penas podrás apreciar la belleza y naturaleza del sitio de esta manera, mejor pasea, realiza algún deporte para conocer y gozar de la ciudad. Ten en cuenta además, a la hora de visitar los comercios que éstos cierran bastante más temprano a lo que estamos acostumbrados los españoles: cierra a las 18h30 /19:00 horas.
No debes dejar de probar los productos locales, elaborados de la manera más natural. El queso es uno de los alimentos principales de la región: le Gruyère o el Vacherin son los más famosos. Si te gusta la carne, aprovecha para comerla porque la carne (sobre todo la ternera) también es un alimento fundamental aquí, ya que los animales (vacas, ovejas?) tienen la más natural alimentación y los mejores cuidados, pues son criados en plana naturaleza y pastan plácidamente y a su aire. Podrás estar tranquilo comiendo en Friburgo porque todo se elabora con las mejores y naturales carnes e ingredientes. La influencia de la cocina francesa se evidencia a través de platos típicos también como: los crêpes à la gruérienne o las fondues.
Por supuesto no debe faltar el chocolate en tu bolso o maleta de regreso a España.