Viajes a Bangkok: la majestuosa capital tailandesa

Como la mayoría de las capitales asiáticas, Bangkok es una ciudad que no duerme nunca. Es difícil quedarse en Tailandia sin detenerse en esta ciudad con múltiples facetas. Los recuerdos del pasado de Thonburi contrastan con los inmensos edificios del barrio de Silom. Los centros comerciales son habituales en las calles de la capital. Aprovecha para pasar por una de sus numerosas tiendas de masajes, donde descubrirás el masaje tailandés por solo unos 250 baths (es decir, algo más de 5 euros). ). En tu viaje a Bangkok tienes que ir a las orillas del río Chao Phraya para subirte a bordo de uno de los diferentes barcos bus y realizar una travesía inolvidable. En tierra, no dudes en coger el sky train si deseas sobrevolar los atascos, en vez de quedarte en uno de ellos.
En cuanto al vocabulario, la lengua tailandesa no es fácil de pronunciar para los occidentales. Para comenzar bastará con que recuerdes algunas palabras: "Sawasdee Kha" ('hola', para las mujeres) y "Sawasdee Khrap" ('hola', para los hombres); "Kop Khun Kha" ('gracias', para las mujeres) y "Kop Khun Krap" ('gracias', para los hombres).
Numerosas compañías aéreas unen España con Tailandia. Creada en 1960, la compañía aérea tailandesa Thai Airways ha sabido aprovechar la situación. Desde algunos años, existe un vuelo a Bangkok diario sin escala desde Madrid . Sales de España a la hora de comer y llegas a Bangkok a la mañana siguiente. A la vuelta, se sale de Bangkok a última hora de la tarde y se aterriza en Madrid a primera hora de la mañana. Gracias a estos horarios tan buenos, no pierdes tiempo durante tu viaje. A los más corpulentos les agradará saber que en la clase económica 86 cm separan cada fila. Además, los asientos se pueden reclinar a 112°. Duérmete en Madrid y, al día siguiente, te despertarás en Bangkok. (© Oficina Nacional de Turismo de Tailandia)

Chatuchak Weekend Market: abierto los sábados y los domingos. Este mercado parcialmente cubierto y parcialmente al aire libre reúne todo lo que se vende en la ciudad y en todo el país. Los comerciantes acuden a él para abastecerse de mercancías, por lo que los precios son bastante más asequibles que en otros lugares.

El Palacio Real y el Wat Phra Keo de Rattanakosin: allí descubrirás estatuas de Buda que te dejarán boquiabierto. El mercado flotante de Damnoen Saduak: a unos cien kilómetros de Bangkok, este mercado flotante es uno de los más famosos de Tailandia. ¿Qué puede ser más agradable para ir de compras que elegir los productos a bordo de una piragua? En el mercado flotante encontrarás de todo. Una explosión de colores y de sonrisas tailandesas.

Llévate una maleta vacía; si no, tendrás que comprarte una allí.No olvides llevarte el repelente de mosquitos por si las moscas...

Si Tailandia recibe el apodo del país de la sonrisa es por algo, así que no dudes en hacer lo mismo... No compres falsificaciones, el precio que deberás pagar en la aduana te dejará un mal recuerdo...Además, evita viajar durante el monzón: no es una leyenda que llueva durante todo el día

No cabe duda de que la comida tailandesa es excelente, pero ten cuidado con las especias. Los sensibles a la guindilla deberán degustarla con moderación... La elección es variada: curry verde, espagueti, verduras, arroz frito, sopa, plato de legumbres... También deberás probar el famoso pad thai y somtom (ensalada de papaya verde), más o menos especiado según los restaurantes. Aquí cada uno elige su comida para luego compartir los platos con todo el mundo.

En Tailandia es difícil no encontrar algo para comprar: pashminas, estolas, estatuas de Buda, incienso y otros perfumadores, lámparas, fundas para cojines.