Koh Chang

Koh Chang, para algunos «las Maldivas de Tailandia», para otros «el paraíso oriental del este», con sus 429 km², es la segunda isla más grande de Tailandia. Está situada al este del país y se puede acceder fácilmente en ferri, avión o coche.
Los más de 5000 residentes permanentes convierten a la isla en un lugar poco poblado. Debe su nombre a la forma de elefante de su promontorio.

Koh Chang, famosa por ser una de las islas más hermosas del país, constituye una reserva natural importante. La fauna y la flora son abundantes. La isla alberga más de 42 especies de aves, 29 especímenes de mamíferos, 42 reptiles y anfibios diferentes, y ofrece una vida marina bastante rica. En el interior, en el corazón del bosque tropical, se encuentran árboles, coníferas y helechos.
La isla es montañosa, con varias colinas abruptas. Los 744 metros del monte Khao Salak Phet lo convierten en el más alto de la isla.
Al oeste, las largas playas de arena blanca se extienden del norte al sur de Klong Son Bay, en Kai Bae Beach, pasando por White Sand Beach y Klong Prao Beach. Unas cascadas y unos espléndidos arrecifes marcan el ritmo del paisaje de la isla. Es un hermoso lugar para hacer submarinismo y snorkeling.

La mayoría de los alojamientos, desde el simple bungalow al hotel de 5*, se encuentran en la costa oeste de la isla, relativamente cerca de las playas.

La isla ofrece una amplia variedad de actividades: submarinismo, snorkeling, kayak o incluso excursiones para salir a descubrir la fauna y la flora. Pero también puedes relajarte en las playas de arena blanca y nadar en aguas de color esmeralda.

Tienes que descubrir los pueblos de pescadores y las plantaciones de fruta, así como el parque nacional de Ko Chang. Asimismo, la cascada de Klong Nueng es famosa por la gran impresión que provoca.

No cargues en exceso tu maleta si eres adepto a comprar recuerdos.

De junio a octubre, es la época del monzón. La mayoría de los establecimientos están cerrados en este período de tiempo.

Saborea un marisco delicioso, especialmente en los pueblos de pescadores, y cata el vino de la isla con sabor a fruta: uva, manzana o mangostán.

No te olvides de ver el mercado local en el que te están esperando joyas hechas a mano, pinturas, antigüedades, esculturas de piedra o madera.