La provincia de Krabi, situada en la costa sur de Tailandia, frente al mar de Andaman, cuenta en su haber con más de 150 islas. Magníficos paisajes se dibujan gracias a sus inmensas formaciones cársticas. Estas formaciones pueblan toda la costa y suelen ofrecer un espectáculo increíble. En cuanto a las playas, el litoral de Krabi es una auténtica maravilla: arena fina y aguas transparentes a temperaturas alucinantes. Sin lugar a dudas sus playas forman parte de las más bellas del país. A algunas de ellas sólo se puede acceder en barco y esto añade todavía más encanto. La vegetación exuberante también forma parte de los atractivos de este pequeño rincón de paraíso. Por ejemplo, el Parque Nacional de Khao Phanom Bencha posee una flora y una fauna ricas, con impresionantes cascadas. En cuanto al Parque Nacional de Than Bokkhorani, sus montañas calcáreas contrastan con sus islas y su bosque de manglar.
Krabi es por último un punto de partida ideal para descubrir numerosas islas cercanas, como Koh Phi Phi o Koh Lanta. El aeropuerto de Krabi está a sólo 17 km de la costa mientras que el de Phuket está a más de dos horas de carretera.
El relieve cárstico de Krabi es perfecto para escalar y muchos aprovechan para hacerlo.
Un paseo por el mercado diario de Krabi para descubrir a sus habitantes y los productos locales.
Los diferentes parques nacionales de la región como el de Than Bokkhorani o el de Khao Phanom Bencha. Este último se encuentra a 20 km al norte de Krabi. Bosques tropicales, senderos y cascadas por doquier.
No vayas con las maletas llenas, lo lamentarás después de haber hecho algunas compras. Los paseos por los mercadillos incitan a las compras. No olvides tu crema solar y tu repelente de mosquitos por si las moscas...
Si Tailandia recibe el apodo del país de la sonrisa es por algo, así que no dudes en hacer lo mismo... No compres falsificaciones, el precio que deberás pagar en la aduana te dejará un mal recuerdo... Además, evita viajar durante el monzón: no es una leyenda que llueva durante todo el día
Los amantes del picante estarán encantados con la cocina tailandesa. La elección es variada: curry verde, tallarines, verduras, arroz frito, sopa, plato de verduras... También deberás probar el famoso pad thai y somtom (ensalada de papaya verde), más o menos especiado según los restaurantes. Aquí cada uno elige su comida pero los platos se colocan en el centro de la mesa para que todo el mundo pueda probarlos.
En Tailandia es difícil no encontrar algo para comprar: pashminas, estolas, estatuas de Buda, incienso y otros perfumadores, lámparas, fundas para cojines.