Con 370 kilómetros de playa repartidos a lo largo de una treintena de paradisiacos islotes ubicados en a escasa distancia de las costas de Tahití, República Dominicana, Cuba t el archipiélago de las Bahamas en los que los grandes grupos hoteleros han empezado a interesarse, y uno de los arrecifes coralinos más impresionantes no solo de Caribe, sino del todo el planeta; las islas Turcas y Caicos son uno de los pocos destinos de las Antillas que, al menos hasta la fecha, no padece los efectos del turismo de masas.
Territorio Británico de ultramar, este pequeño conjunto de islotes queda dividido en dos archipiélagos: las islas Turcas y las Islas Caicos, las cuales a su vez forman parte del archipiélago de las Lucayas, junto a las Bahamas. Si estás pensando en viajar a este exótico lugar, te recomendamos decantarte por una estancia más bien larga, ya que el trayecto hasta llegar hasta las islas es realmente complejo. Esto te permitirá sacarle el mayor partido a tu estancia y así explorar el máximo de islotes posibles, ya sea en hidroavión o en barco. Y es que Turcas y Caicos posee una riqueza natural increíble en la que abundan los parques y reservas marítimas que te permitirán conocer la extraordinaria y variada fauna local, así como explorar su frondoso territorio que oculta un puñado de preciosos lagos naturales. Las aves y la fauna acuática en Salt Cay, especialmente las ballenas; las animaciones y espectáculos de Providenciales, también llamado Provo por los locales, o las salvajes playas de North Caicos te brindarán un inolvidable suvenir de tu viaje. En la misma línea, la reserva ornitológica de Franch Cay, el parque nacional de Columbus Landfall y las Caicos Conch Farm, lugares específicos dedicadas a la cría de moluscos, son algunos de los lugares más populares entre los turistas.
De igual manera, no puedes perderte la visita de la capital del archipiélago, Cockburn Town, situada en la isla de Gran Turca (Grand Turk) la mayor y la más poblada de la de esta colonia británica. Ésta hará las delicias de quienes aprecian las pequeñas ciudades de aires pintorescos, salpicadas de tradicionales casas de madera. Entre los principales atractivos y centros de interés de la capital destaca el Turks and Caicos National Museum, en el que podrás apreciar una interesante colección de objetos (sellos, herramientas, camas...) que cuentan la historia y evolución de los colonos y habitantes del archipiélago. Por otro lado, son muchos los lugares consagrados a la extracción de sal y la fauna marina, que es uno de los atractivos que mayor interés despierta entre los visitantes. Y es que con nada menos que 33 reservas submarinas y terrestres repartidas a lo largo del archipiélago, es bastante fácil encontrarse con ballenas, delfines o rayas chapoteando entre las cálidas y cristalinas aguas del Caribe.
Da un paseo a lo largo de Front Street y Pond Street para visitar los edificios del Gobierno. La isla de Grand Turk es igualmente la mejor para la práctica de deportes náuticos, siendo muchos los lugares de interés para la práctica de actividades subacuáticas y como la observación de especies marinas. Del mismo modo, no dejes pasar la ocasión de visitar Caicos Central o Middle Caicos para así disfrutar de sus salvajes paisajes, con sus inconfundibles y enormes acantilados de piedra calcárea contrastando con sus fabulosas playas. Estas pueden ser visitadas dentro de los límites del parque nacional Conch Bar Caves, lugar protegido en el que se encuentran las mayores grutas y cavernas del Caribe.
Turks y Caicos son puertos francos. Aunque aquí no existen boutiques de lujo. La mayoría de las tiendas libres de impuestos están en la avenida Leeward Highway en Provo. Puedes comprar joyas y los artículos de playas necesarios para tus vacaciones. Los puros vienen directamente de La Habana. Como recuerdo, puede llevarte batiks y ropa. Lo más interesante es, sin duda, la gran variedad de pinturas inspiradas en el arte tradicional naif haitiano. Existen muchas galerías de arte en Provo. Las tiendas abren entre semana y los sábados de 09:30 a 17:00.
La gastronomía no es precisamente el punto fuerte del archipiélago de las islas Turcas y Caicos. Se puede resumir en freidurías, platos mexicanos, y una mplia gama de platos de comida rápida inspirada en los Estados Unidos, en la que las hamburguesas y pizzas no faltan. Los paladares más exigentes que disfruten con el marisco podrán deleitarse saboreando frescos bogavantes, moluscos, cangrejos y pescados que pueblan las aguas del Caribe. El conch (molusco) se produce en grandes cantidades en las islas. Este es preparado de maneras muy diferentes, aunque la más popular y según cuentan los locales, la más deliciosa, es cuando se presenta marinado y cortado en finas rodajas. También puedes catar muchos vinos y cervezas importadas y saborear las frutas tropicales locales, muy perfumadas y sabrosas, siendo estas la mejor elección para terminar con un buen postre sin sentimientos de culpabilidad.
Las islas Turcas y Caicos son un territorio con una rica tradición heredada del pueblo de los Lucayans, los primeros habitantes de las islas. A pesar de las peripecias vividas por este pueblo amerindio, y la llegada de los primeros occidentales de la mano de Cristóbal Colón, sumada a la posterior aparición de otras tribus indígenas que también desparecerían, la artesanía y el arte local está muy presente, aunque está sea bastante diferente a la realizada por los primeros pobladores. Así pues, el artista más conocido de la isla es Jean Gardiner-Taylor, cuyas telas son bastante apreciadas en todo el mundo.
Las islas Turcas y Caicos son dos destinos libres de tasas e impuestos. Si deseas realizar algunas compras para llevarte a casa algún que otro suvenir de tu viaje, has de saber que la mayoría de tiendas y comercios se encuentran en Provo, concretamente en Leeward Highway. Allí encontrarás todos los artículos necesarios para disfrutar de la playa, pero también pequeños productos de joyería y bisutería, o tapices / decoraciones tradicionales. Si te apasiona el arte, las islas cuentan con varias galerías principalmente dedicadas a la pintura, y de inspiración, muchas de ellas, en la corriente pictórica naif, muy presente en otros destinos cercanos como Haití.
El mejor momento del año para viajar al archipiélago de las islas Turcas y Caicos se desarrolla entre los meses de diciembre y abril, más concretamente en el periodo que va de febrero a finales de marzo, cuando la temperatura es ideal. Evita por todos los medios viajar entre junio y noviembre, ya que este es el periodo del año en el que el riesgo de huracanes es mayor.
Sería una lástima venir hasta tan lejos y quedarse en una sola playa sin aprovechar la gran riqueza natural que ofrecen las islas Turcas y Caicos. Practicar actividades acuáticas o subacuáticas como piragüismo, kayak o el buceo con tubo o bombona es una de las mejores y más divertidas maneras de sacarle el máximo partido a su patrimonio, ya que además ya que este estado británico de ultramar a atesora bajo la superficie una de las barreras coralinas más impresionantes del planeta.
.Diversifica tus vacaciones. Explora las islas, pequeñas y grandes, en avión y barco. Vayas donde vayas, siempre estarás cerca de una reserva marina o de un parque natural. Las aves y la fauna acuática de Salt Cay, la animación de Provo, las ballenas de Salt Cay o las playas salvajes de Caicos Septentrional son experiencias que se convertirán en recuerdos inolvidables.
A la hora de preparar tu viaje procura calcular bastante bien tu presupuesto, ya que debido a las dificultades y complejidades del trayecto para llegar hasta las islas Turcas y Caicos, no todo el mundo puede permitírselo.
Si tienes pensado alejarte para visitar alguna zona u isla más remota para realizar alguna actividad como la observación de aves, procura siempre prevenir a alguien antes de partir.
Desplazarse a lo largo de las islas es bastante sencillo. El taxi es el medio de transporte más práctico y resulta realmente extraño no encontrar uno libre. No obstante, procura siempre pactar el precio con el conductor antes de partir para evitar que te cobren de más.
Los establecimientos e infraestructuras dedicadas al cuidado de enfermos no son muy numerosas. Existe un hospital en la isla de Gran Turca, pero en caso de accidente grave, los pacientes son enviados a Miami o Nassau para que se ocupen de sus tratamientos.
Evita el contacto con animales, ya que el riesgo de que estos sean portadores de la rabia es bastante elevado como es común en muchas zonas del Caribe.