Turquía cuenta con extensos bosques que cubren Anatolia oriental y las costas del mar Negro, así como el litoral mediterráneo. Aquí crecen numerosos árboles frutales: palmeras datileras, albaricoqueros, cerezos, manzanos. También produce plátanos, cítricos, remolacha, girasoles, tabaco y vides. El país es uno de los principales productores de avellanas del mundo, y también se cultivan nueces, pistachos y algodón. Turquía, a lo largo de su amplio territorio, muestra una gran riqueza en diferentes tipos de vegetación, según la región.
La costa del mar Negro, mucho más lluviosa, está cubierta por densos bosques, entrecortados por plantaciones de árboles frutales y avellanos. Más al este, se cultiva té y, en algunos lugares, arroz (tosya).
La meseta anatolia (granero de cereales del país), con un clima continental, posee una vegetación esteparia (gramíneas, plantas bulbosas, álamos, ajenjo y artemisa). La vegetación varía en función de la altura. Existen grandes bosques de pinos, de robles, de abetos...
En la parte mediterránea, podrás descubrir la densidad del monte bajo, los bosques de los Montes Tauro, donde se superponen robles, pinos, tejos y cedros.