Se trata de un encantador pueblecito provinciano con bastante escaso interés turístico, aunque siempre es agradable hacer aquí una parada para pasear y admirar varios monumentos. En la plaza de la Independencia podrás apreciar una curiosa construcción, el globo de Durazno, erigido en 1892. Este globo contiene mensajes y recortes de periódico, testimonios que los habitantes del lugar dejan a sus descendientes. Este monumento sólo se abre una vez por siglo, de manera que habrá que esperar a 2092 para la próxima apertura. Justo enfrente se sitúa la iglesia de San Pedro. A la entrada de la población hay un bellísimo parque que recibe a los visitantes.