Basilea es una de las ciudades más industriales y a la vez atractivas de Suiza. La ciudad cautiva a los turistas por su casco antiguo construido sobre antiguas colinas, su catedral asomada al río Rin y sus calles comerciales. Pero Basilea cuenta también con una oferta cultural muy amplia, destacando por su importancia la colección de arte Beyeler.
Varios hoteles están ubicados cerca de la terminal, una excelente opción de alojamiento si su vuelo regresa temprano. A lo largo del año tienen lugar distintos eventos y se organizan numerosas exposiciones pero la época de Navidad es especialmente pintoresca: los puestos del mercado navideño invaden las calles antiguas de la ciudad que se llenan de gente todos los días en un ambiente festivo y con un encanto muy especial.
La ciudad cuenta con un gran parque zoológico y multitud de museos. En el casco antiguo de la ciudad se encuentran sus calles empedradas, las tiendas más exclusivas, los principales monumentos históricos, la plaza del mercado, el Ayuntamiento y la catedral (Basel Münster). Basilea es además el destino perfecto para aquellos que quieran visitar la Selva Negra alemana o explorar la Alsacia francesa desde Mulhouse a Estrasburgo.
Si bien los orígenes de la ciudad se remontan a los celtas, en el siglo XI la ciudad formó parte del Imperio Alemán. Más tarde, en el año 1501, se unió a la Confederación Suiza. Por su situación geográfica, la ciudad de Basilea se ha beneficiado de la proximidad con Francia y Alemania para desarrollar una hermosa arquitectura y una vibrante actividad comercial y cultural. Hoy en día Basilea es la tercera ciudad más grande de Suiza en número de habitantes destacando por su puerto fluvial y la presencia de varias industrias y empresas multinacionales entre las que se encuentran bancos y compañías de seguros.