Belfast, la capital de Irlanda del Norte, es la ciudad más grande del país y cuenta con una larga historia llena de vida pero también de sangre.
El aeropuerto está ubicado a unos 29 kilómetros de la ciudad. Puedes alquilar un vehículo con alguna de las compañías de alquiler de coches que funcionan en la terminal o puedes optar por un taxi.
También se puede realizar el trayecto en autobús, que además de a Belfast comunica el aeropuerto con Lisburn y Londonderry. Los autobuses hasta Belfast tienen una duración de entre 30 y 40 minutos y ofrecen servicio ininterrumpido las 24 horas del día.
Tras tu vuelo a Belfast, no puedes dejar de visitar su Ayuntamiento, que es uno de los edificios más destacables de la ciudad con su estilo eduardiano, el Castillo de la ciudad, anclado en la montaña de la ciudad desde el año 1870; ni los Murales del Barrio Protestante y del Barrio Católico, que son un retrato del conflicto religioso que ha vivido hasta hace pocos años el país. Esta ciudad también es especialmente conocida porque de su puerto zarpó el Titanic en su primer y único viaje. Tras tu vuelo a esta ciudad, puedes visitar los astilleros del Titanic o la estatua conmemorativa de la catástrofe que data de 1920. Y si estás interesado en la arquitectura, no dudes en visitar la Catedral de Belfast tras tu vuelo barato hasta la ciudad para admirar su estilo romántico irlandés, o la Queen's University, de estilo victoriano.