La capital de la República de Irlanda es un lugar perfecto para conocer callejeando. Entre las cosas que no te puedes perder tras tu vuelo a Dublín están el Castillo de Dublín, que más que un castillo es un conjunto arquitectónico de edificios gubernamentales que data del siglo XVIII; tampoco puedes dejar visitar la Trinity College University, una de las universidades más famosas del mundo y que data del siglo XVI.

Tras su vuelo a Dublín, los aficionados a la cerveza tampoco pueden perderse St. James Gate Brewery, el lugar donde nació la cerveza Guinness y donde podrán ver cómo se elabora. Y si lo que quieres es pasear, ir de tiendas y conocer los míticos pubs irlandeses, no dudes en visitar Temple Bar, uno de los barrios más viejos de Dublín, lleno de restaurantes, pubs y vida a cualquier hora del día; también puede visitar O'Connell Street, una de las calles principales de la ciudad, y Grafton Street, una calle peatonal muy concurrida con diversos atractivos turísticos, como la estatua de Molly Malone.