De Madrid a Glasgow hay aproximadamente 1.720 kilómetros y encuentras diariamente 1 vuelo directo de 2 horas y 50 minutos de duración. Desde Barcelona la distancia que se debe recorrer es de 1.677 kilómetros y la Ciudad Condal cuenta con al menos 1 vuelo directo al día con una duración media por trayecto de 2 horas y 45 minutos.
Las compañías que trabajan en esta ruta y ofrecen vuelos baratos hasta el Reino Unido son Ryanair, British Airways, Aer Lingus, KLM, Air Europa, EasyJet e Iberia. Ryanair e EasyJet, con vuelos directos hasta Glasgow, son sin duda las aerolíneas más competitivas y comprando un billete con ellas puedes llegar a ahorrarte más de 200EUR. El aeropuerto de Glasgow está ubicado a unos 16,7 kilómetros de la ciudad y en coche o taxi puedes llegar hasta el centro en tan solo un cuarto de hora.
Para coger tu vuelo a Glasgow solo necesitas presentar junto con tus billetes tu DNI o pasaporte. Con respecto a la España peninsular, en esta ciudad escocesa hay una hora menos. Al preparar tu viaje no debes olvidar que la moneda de Escocia son las libras esterlinas y no los euros, por lo que deberás cambiar de moneda antes de viajar o en el propio aeropuerto de tu ciudad de destino.
Esta ciudad es la más grande de Escocia y durante la época victoriana fue conocida como la "segunda ciudad del Imperio Británico".
La Catedral de Glasgow es un templo del culto de la iglesia de Escocia. Se empezó a construir en el año 1136 pero sufrió varios incendios, por lo que no se la pudo consagrar hasta el año 1197. Se salvó de la destrucción durante la reforma escocesa al adoptar el culto protestante.
La Universidad se fundó en el año 1451 gracias a una bula del Papa Nicolás V. En la actualidad es una universidad con reputación internacional gracias a sus investigaciones y a su enseñanza. Su diseño arquitectónico merece una visita tras tu vuelo hasta la ciudad.
La plaza George se encuentra en el corazón de la ciudad y cuenta con una vida bastante activa. Está rodeada por emblemáticos edificios del siglo XIX y en el centro se alza una estatua de Walter Scott, el prolífico escritor escocés.