Entre las aerolíneas que ofrecen vuelos a precio low cost se encuentran Ryanair, Easyjet, Vueling, Air Berlin, Transavia y Wizzair, entre otras. Estas compañías aéreas son ampliamente conocidas por liderar el mercado del bajo coste (o «low cost», por su nombre en inglés) en Europa. Con su aparición en 1991, Ryanair fue la pionera en el viejo continente, sin embargo, este concepto había surgido mucho antes en Estados Unidos. Después de la abolición de la ley que regulaba la competencia aérea en 1978, las aerolíneas comenzaron una guerra comercial para bajar sus precios al máximo.
Finalmente, llegaron a una conclusión: los precios de los vuelos se podían vender a precios muy bajos si se suprimían todos los servicios anexos que no eran indispensables. En ese momento, la aerolínea se convierte en tan solo un transportista. Si el pasajero desea acceder a un servicio adicional, debe pagarlo aparte.
Estas compañías garantizan una oferta básica: el transporte al precio más bajo posible. Los aviones empleados son todos del mismo tipo, con el objetivo de limitar los costes de mantenimiento. Las rotaciones en tierra también son más rápidas, dado que los procesos de embarque de los pasajeros se simplifican. Los vuelos low cost ofrecidos son siempre directos y unen aeropuertos secundarios o terminales menos destacadas. Por ejemplo: Para llegar a París, muchas aerolíneas de bajo coste ofrecen vuelos a Beauvais (a 70km de París, departamento de Oise). Después, debes llegar a la capital por cuenta propia.
Por otro lado, los billetes de avión low cost se venden únicamente por Internet. Así las aerolíneas eliminan los gastos de gestión de las agencias de viajes. Asimismo, se simplifican los procesos de registro, y no se reservan asientos. Sólo hay una clase disponible y, al interior del avión, se emiten anuncios publicitarios. Finalmente, el pasajero tiene un límite de peso para su equipaje y debe pagar todo lo que desee consumir a bordo.
El precio final es raramente el que indica inicialmente la aerolínea. Generalmente se añaden gastos adicionales, es el caso de determinadas tasas aeroportuarias, que no se tienen en cuenta en el precio inicial. Asimismo, se aplica otra tasa en función del medio de pago empleado para adquirir el billete.
Coger un vuelo low cost es la mejor opción si tu ciudad de destino se encuentra a pocas horas de vuelo y si puedes llevar tu equipaje en la cabina. En efecto, tu billete de avión low cost te puede costar aún más caro si llevas contigo una maleta muy grande ya que facturar una maleta representa gastos suplementarios que incrementarán el precio. Por ejemplo, Ryanair indica que cada pasajero tiene derecho a un equipaje de mano cuyo peso máximo es de 10 kilos con unas dimensiones máximas de 55 x 40 x 20 cm y una bolsa pequeña de 35 x 20 x20cm. Vueling menciona que puedes llevar un equipaje de mano que no sobrepase los 10 Kg de peso y cuyas medidas no superen los 55 x 40 x 20 cm, si superan estos límites tendrás que pagar 35 euros por trayecto y por maleta. Por su parte Easyjet garantiza que podrás llevar tu equipaje en la cabina si este no supera los 50 x 40 x 20 cm. Si tu maleta es ligeramente más grande 56 x 45 x 25 cm, es posible que la coloquen en la bodega. Teniendo cuenta de estos datos, no tan sólo horrarás una cierta cantidad de dinero a la hora de volar, sino que viajarás con tranquilidad sabiendo que tu maleta no corre el riesgo de extraviarse y perder los artículos necesarios para tu viaje.
En la actualidad, existen más de un centenar de aerolíneas low cost en el mundo. La estadounidense Southwest airlines fue la primera en aparecer hace 40 años. En 2011 la malasia Air Asia fue elegida como la mejor aerolínea del mundo por tercer año consecutivo.
En nuestro continente, son varias las compañías aéreas que ocupan las primeras posiciones de la clasificación vuelo barato low cost, compitiendo además con las aerolíneas «clásicas». En España Vueling, Easy Jet, Ryanair y Air Berlin son las más reconocidas, volando a un gran número de capitales y grandes ciudades europeas. En el caso particular de Ryanair, líder indiscutible del mercado de bajo coste en Europa, la aerolínea irlandesa transportó a más de 70 millones de pasajeros a través del continente en 2010. Siempre en primera página de la actualidad, Ryanair tiene por costumbre crear polémica con sus intentos de explotar el modelo del bajo coste al máximo. Su director gerente, Michael O'Leary, abrió por primera vez el debate acerca de los límites de este modelo al proponer que se pague si se desea utilizar el baño del avión o por instaurar una tasa adicional para las personas obesas.