Aprovecha un largo paseo por la calle más famosa de la ciudad para llegar hasta el famoso "Edimburgh Castle". La Royal Mile está dividida en seis secciones diferentes y cuenta con casi dos kilómetros de recorrido, en tu paseo podrás ver callejones y patios antiguos así como una gran número de tiendas con los típicos souvenirs. El Castillo es el emblema de la ciudad, podrás verlo desde cualquier lugar, ya que se halla en su parte más alta, y cuenta con varias salas históricas e incluso las joyas de la corona.

Sigue siendo la residencia oficial de la reina cuando se desplaza a Escocia. Si no se encuentra en ese momento en palacio, podrás entrar y deslumbrarte con sus impresionantes salas donde cuelgan caros tapices y retratos. La arquitectura del edificio también te sorprenderá por sus grandes dimensiones, además podrás ver los restos de la Abadía de Holyrood que datan del siglo XII.

Se alza sobre un antiguo santuario del siglo IX y es famosa por su peculiar diseño interior realizado en distintos estilos y en el que destacan las vidrieras que dan una luz especial. Podrás ver una estatua de John Knox, líder de la reforma escocesa y la coqueta Capilla del Cardo realizada en estilo gótico.

Si te gusta el misterio no dejes de visitar este tétrico lugar. Uno de los callejones bajo el centro antiguo de la ciudad, en el que escucharás historias de fantasmas y de las duras condiciones de vida en las que se encontraban los habitantes de la ciudad durante los siglos XVI y XVII.

Ya que has elegido entre los vuelos a Escocia, no pierdas la ocasión de visitar uno de los emblemas de la zona. Su famoso Lago Ness y las Highlands. Impresionantes paisajes de valles verdes, rodeados de lagos y montañas donde el tiempo parece detenerse. El Valle de Glencoe, el Páramo de Rannoch o Forth August son solo algunos de los lugares que se pueden visitar.