Diseñado en el 1785, entre sus paredes alberga más de 7.000 pinturas y 1.000 esculturas, algunas de las obras más insignes que podrás ver en persona y por las que no te puedes perder una visita a este museo, son el Jardín de las Delicias de El Bosco, Las Tres Gracias de Rubens y las Meninas de Velázquez, aunque también podrás admirar obras de Goya o Tiziano, entre muchos otros.

Sus orígenes se remontan al siglo IX, y aunque en el 1734 un incendio lo dejó reducido a cenizas, fue vuelto a levantar por Felipe V, dando como resultado el edificio que hoy día se puede contemplar, de estructuras abovedadas realizadas con piedra y ladrillo. Aunque en la actualidad no es residencia oficial de los reyes, se puede visitar para contemplar las pinturas al fresco que lo adornan y pasear por sus dependencias.

Data del 1499 y por sus aulas han pasado españoles tan ilustres como Lope de Vega, Quevedo o Calderón de la Barca. En su arquitectura destaca su fachada plateresca así como la capilla de San Ildefonso, levantada en el 1510 y donde se conservan los restos de El Cardenal Cisneros.

Una de las zonas verdes más extensas de la capital, frecuentada tanto por turistas como por madrileños, destacan sus numerosas esculturas, entre las que sobresale la conocida como fuente del ??ngel Caído. Los días de fiesta es agradable pasear mientras observas a los mimos, músicos y otros artistas callejeros.

A pesar de encontrarse a 40 kilómetros del centro, no dejes pasar la oportunidad de tomar alguno de los vuelos hasta la capital para desplazarte a esta cercana localidad y contemplar en persona uno de los edificios más impresionantes de España, no solo por sus dimensiones sino por su relevancia histórica. La Biblioteca Real y el Panteón de los Reyes son solo dos de los lugares imprescindibles en esta visita.