Situado en frente de Ribeira, en la margen izquierda del Duero , desde sus muelles puedes salir a navegar por el Duero en un rabelo, embarcación típica originalmente construida para el transporte del vino. Preciosa excursión que podrás concluir con la visitas a alguna de las afamadas bodegas del vino con denominación de origen de Porto y degustar sus magníficos vinos.

Situado en las inmediaciones de la avenida de los Aliados, es desde 1914 el gran mercado de la ciudad, lo que la convierte es una de las zonas más populares y concurridas. Sin haber sufrido ninguna transformación desde sus inicios, el Mercado de Bolhao da la impresión de que se va a caer a trozos. Te encantará visitar sus viejas tiendas de bacalao que transmiten, como pocas zonas más, ese ambiente decadente, auténtica esencia de la ciudad portuguesa.

La principal plaza de la ciudad, punto de unión del Porto antiguo y el nuevo. De esta plaza sale la Avenida de los Aliados, calle repleta de edificios de estilo modernista de principios de siglo, que contrastan y ¡de qué manera! con el Mercado del Bolhao. Si te coincide con la hora de comer, estas en el lugar adecuado.

En el corazón del casco antiguo, en lo que se conoce como cerro de los ahorcados, se ubica esta torre del siglo XVIII de 76 metros de altura, la más alta del país. Se puede subir a lo más alto de la torre, tras más de 200 escalones. La recompensa: una de las mejores vistas posibles de la ciudad.

Situado en la desembocadura del río Duero se encuentra la Foz do Douro, una de las zonas residenciales más caras de la ciudad portuguesa. La línea 500 de bus te acerca hasta ella y desde ahí, puedes visitar el Fuerte de San Juan Bautista. Se trata de una magnifica fortaleza del siglo XVI que en el pasado protegía la entrada a la ciudad por el río. Hasta el fuerte lo mejor es llegar dando un paseo en el que disfrutarás de una preciosas vistas de la desembocadura del Duero.