Aunque los turistas no tienen permitido el acceso a este templo, solo acercarse a sus inmediaciones es una experiencia irrepetible. La propia arquitectura del templo y las ceremonias de cremación que se realizan con frecuencia constituyen una experiencia inolvidable.

Es un lugar sagrado para los tibetanos y un lugar que llama la atención poderosamente a todos los viajeros. Es un lugar de peregrinación para los budistas y un núcleo turístico en el que hay numerosas tiendas con artículos artesanales. Todo su entorno está lleno de monos.

Es la zona más turística de la ciudad, en la que se pueden encontrar todo tipo de tiendas, restaurantes y hoteles. No representa lo más típico de la ciudad, pero es un lugar de visita ineludible para todo aquel que pasa unos días en Katmandú.

Es el barrio más sagrado de Katmandú y está presidido por una estatua de gran tamaño en la que se ven dibujados los ojos de Buda que parece que vigilan el mundo. Es una zona de oración, siempre repleta de personas rezando y con un aire místico y con un intenso colorido que impresiona.

Llama la atención por su arquitectura y por ser la residencia de un grupo de niñas muy pequeñas que por sus características físicas son consideradas divinas. Viven en este peculiar edificio hasta que alcanzan la pubertad.