Con sus callejuelas bordeadas de casas en tonos crema, el casco antiguo está repleto de edificios emblemáticos de la ciudad como la ópera de Niza, el Palacio de la Prefectura, la Catedral de Sante-Réparate, de estilo barroco, la casa de Adán y Eva, conocida por sus frescos o el Palacio Lascaris y su espectacular fachada.

Conocido como uno de los símbolos de Niza, el paseo está constituido por dos calzadas adornadas de palmeras y flores. Sus cuatro kilómetros te permitirán disfrutar del paisaje marítimo y los palacios que le rodean como el célebre Negresco o el Palacio del Mediterráneo.

El Museo Arqueológico de Nice-Cimiez ocupa más de dos hectáreas en las que se encuentran el anfiteatro des Arènes, tres termas romanas, las calzadas y un conjunto paleocristiano de los siglos V-VII. Además el museo acoge colecciones que van desde la Edad de los Metales hasta la alta Edad Media.

Conocida con el sobrenombre de Iglesia Rusa, ésta singular catedral recuerda la de San Basilio situada en la Plaza Roja de Moscú. Con un llamativo exterior compuesto de ladrillo rosa y marmol gris claro, sus colores vivos y sus tejas barnizadas acogen en el interior un museo de arte ortodoxo ruso.

Antigua plaza fuerte de Niza, este promontorio conserva tan sólo algunos restos de sus muros, de una catedral y de un asentamiento griego. En la actualidad, la colina alberga un jardín botánico con una cascada artificial, aunque es sobre todo conocida por ofrecer una magnífica vista de la ciudad.