Esta catedral católica es uno de los edificios más importantes de la ciudad. Comenzó a construirse en el año 1185 sobre una basílica bizantina y no se vio concluida hasta el siglo XVIII. Mezcla diversos estilos por el largo periodo que llevó su construcción. Destacan el gótico, el barroco y el neoclásico.

En el subsuelo de la ciudad, más concretamente bajo el monasterio de los Hermanos Menores Capuchinos, encuentras esta célebres catacumbas ceremoniales. Las catacumbas se han convertido en todo un reclamo turístico por su contenido, pues algunos cuerpos han conseguido mantenerse en perfecto estado, como es el caso de Rosalia Lombardo.

Este teatro es el teatro de ópera más grande de Italia y el tercero de Europa. Terminó de construirse en el año 1897 y el estilo predominante es el neoclásico. No dudes en acercarte hasta su entrada para disfrutar tras tus vuelos de su impresionante arquitectura clásica.

A no muchos kilómetros de la capital encuentras esta playa, que es una de las más conocidas de la ciudad además de la preferida de muchos sicilianos. Es por esto que si viajas en verano, quizá te cueste encontrar hueco. Las aguas de esta playa son cristalinas y la arena es fina y blanca. ¡Muy bonita!

Este palacio, llamado en italiano Palazzo dei Normanni, fue sede de los Reyes de Sicilia. Comenzó a construirse en el siglo IX y se concluyó en el siglo XII. En su interior encontrarás la espectacular Capilla palatina, que es el mejor ejemplo del estilo árabe-normando-bizantino. ¡No te pierdas este palacio y su capilla!