Es tal vez el edificio más representativo del esplendor de la antigua Grecia. Se trata de un templo de mármol, de estilo dórico construido en honor de la diosa Atenea. Aunque está parcialmente derruido, transmite a la perfección la grandiosidad que tuvo en su día.

Además de ser el lugar en el que se encuentran las ruinas de los monumentos más importantes de la ciudad, su ubicación en lo alto hace de la Acrópolis un lugar de una gran belleza. Es, sin duda, el símbolo de la ciudad y un sitio donde perderse unas horas.

Es el puerto de Atenas y está muy cerca de la ciudad. Es un lugar que merece la pena recorrer a pie para ver su bonita estructura y los cuidados edificios administrativos que se alzan en las proximidades y su conocida iglesia ortodoxa con una cúpula azul.

Es uno de los barrios más antiguos y más visitados de Atenas. Se encuentra en las proximidades de la Acrópolis y totalmente lleno de tiendas que abren sus exposiciones a la calle. Sus calles están repletas de restaurantes y es una zona muy frecuentada por los turistas.

Es un lugar que siempre está lleno de gente, atraídos por su mercadillo y por sus tiendas de artesanía. También se pueden encontrar puestos con fruta fresca y un ambiente muy alegre. Las flores y el colorido de la plaza son realmente bonitos.