Esta peculiar iglesia es el símbolo de la ciudad y tiene la característica esencial de ser obra de Dalí. Su genialidad se aprecia en sus torres exteriores, completamente llenas de filigranas y de adornos superpuestos de colores. El interior es magnífico, con una decoración que convierte las salas en un bosque de columnas.

Es la zona de la ciudad que se sitúa en las proximidades del puerto deportivo. Ofrece un agradable paseo al borde del mar y un conjunto de restaurantes que ofrecen en sus terrazas las delicias de la comida mediterránea. Es un lugar en el que merece la pena pasar unas horas.

Pasear por estas calles es algo que tiene que hacer todo aquel que llega a la ciudad si quiere conocer el ritmo vibrante de la misma. Repletas siempre de gente que pasea, con restaurantes, bares y tiendas de muchas clases, el visitante se puede encontrar con todo tipo de espectáculos y con todo tipo de gentes.

Se trata de una gran avenida, bonita en sí misma, pero que destaca sobremanera por las casas modernistas, obra de Gaudi, que se alzan en la misma. La casa Batló es un auténtico museo interior y su fachada tiene una belleza que impresiona. Hay varias casas de este tipo a lo largo de la calle.

Es la parte antigua de la ciudad y donde se alza la impresionante catedral y la plaza de España. Con sus callejuelas estrechas y sus cafés, así como el gran número de museos que se alzan en la zona, el barrio gótico merece una visita pausada y detenida.