Este impresionante edificio, ubicado en una orilla de la ría, se ha convertido en el símbolo de la ciudad. Contemplar su exterior, construido en titanio, su entorno y las buenas colecciones de arte contemporáneo que hay en su interior hacen que esta sea una visita obligada.

Es uno de los puentes que atraviesa la ría de la ciudad y tiene una construcción muy peculiar, en forma de arco, y color blanco. Diseñado por Santiago Calatrava, merece la pena contemplarlo desde lejos y acercarse para recorrer su acceso peatonal de cristal.

Es el monumento más importante que se puede encontrar en el casco antiguo de la ciudad. Es un edificio de estilo predominantemente gótico, de tamaño pequeño para una construcción de este tipo. Destaca su pórtico, su retablo mayor y algunas de sus esculturas.

Está situado en la zona que ocupaban los antiguos astilleros y es actualmente el Palacio de Congresos y de la Música de Bilbao. Tiene una fachada muy bonita que se refleja en el agua. Es un lugar ideal para visitar y para acudir a un espectáculo.

Los amantes del arte no se pueden perder la visita a este museo. Considerado como uno de los mejores del país, acoge en su interior obras de los pintores más representativos de nuestra cultura y una gran variedad de esculturas de gran calidad.