Esta mezquita es el principal atractivo de la ciudad. Su creación es reciente, pues data de 1993, pero es una mezquita espectacular. Su minarete es el más alto del mundo y es el segundo templo más grande de la religión musulmana. Se puede visitar con guía el interior de la mezquita, aunque no la zona de oración.

La medina o casco antiguo de la ciudad no es tan espectacular como la de otras ciudades, pero su zoco con productos de cuero, lámparas, babuchas, suvenires, etc, puede ser el lugar perfecto para comprar productos típicos. Dentro de la medina resultan interesantes arquitectónicamente la Torre de Reloj, la mezquita Ould el Hamra y las puertas de la ciudad, Bab Jédid y Bab Marrakech.

Esta zona de la ciudad no está demasiado bien conservada, aunque es el lugar ideal para ver la mezcla de culturas que existió en Marruecos. En la Ciudad Colonial podrás disfrutar de edificios marroquíes tradicionales mezclados con un diseño modernista o art deco. Entre los puntos de interés de la zona encuentras la Plaza de Mohammed V o el Parque de la Liga ??rabe.

La ciudad alberga el puerto más importante de Marruecos y, por supuesto, cuenta con un amplio paseo marítimo en el que se puede disfrutar de una larga caminata hasta llegar a la Mezquita Hassan II. Pese a que las playas de la ciudad no son especialmente recomendables, en sus restaurantes podrás disfrutar de pescado fresco a un precio muy bajo que hará que el vuelo de Madrid a Casablanca merezca todavía más la pena.

Los barrios de Habous fueron construidos por los franceses siguiendo el estilo árabe y es un buen lugar para pasear por entre puestos tradicionales y comprar recuerdos: alhajas, especias, ropa, alfombras, etc. En esta zona de la ciudad se encuentran el Palacio Real, la mezquita Mohamed V y la Iglesia de Nuestra Señora de Lurdes.