Uno de los museos que no podemos dejar de visitar en Francfort es la casa de Goethe, donde el escritor vivió durante el siglo XVIII. Totalmente reconstruida, nos muestra diversos artículos de la vida cotidiana de Goethe, además de diversas pinturas y esculturas del periodo del Barroco hasta el primer Romanticismo.

Entre los impresionantes edificios y monumentos de la ciudad, destaca la imponente Catedral de San Bartolomé, de casi 100 metros de altura y con un aspecto muy característico, gracias a la arenisca roja con la que fue construida. La Catedral también nos da la oportunidad de visitar su museo, en el que se encuentran interesantes hallazgos arqueológicos. Una razón que en sí misma, merece el vuelo Madrid-Francfort.

Pocos visitantes esperan encontrarse en el centro de una ciudad como Francfort un oasis de naturaleza. El Jardín de las Palmeras de Francfort es uno de los jardines botánicos más visitados de Europa, y nos ofrece la oportunidad de contemplar una amplia colección de especies tropicales de gran belleza en un entorno especialmente relajante.

El nombre de esta plaza se traduce como "En la estación", y no es de extrañar porque aquí se encuentra la estación de vigilancia. A lo largo de sus más de 100 años de existencia se ha reformado varias veces hasta tener la apariencia espectacular y solemne de la actualidad, que merece la pena visitar.

No podemos dejar Francfort sin contemplar la Maintower, el único rascacielos de la ciudad que tiene un observatorio. Sus dimensiones son impresionantes: tiene 200 metros de altura y 56 plantas, y también destaca por su diseño original, que parece la fusión de dos torres en una.