Esta atracción llevará tu experiencia en transporte público a otro nivel, y es la mejor forma de visitar Beijing a 430 kilómetros por hora. Ideal para los amantes de la velocidad y para quienes no dispongan de tiempo en China.

Tanto durante la mañana como por la noche, pasear por esta área es un placer y ofrece las mejores postales de esta ciudad. Los edificios que la rodean, el río, los restaurantes y los clubes se suman a su encanto.

No sólo una obra maestra de arquitectura moderna y un espacio increíblemente ordenado y bien señalizado, sino también un espejo de la más avanzada tecnología puesta al servicio del transporte y la comunidad. Vale la pena visitarla por un rato.

Además de ser gratuito, este excelente museo presenta una dimensión razonable que permite su recorrido completo en dos horas aproximadamente. Cuenta tanto con exhibiciones permanentes como temporales, y ofrece gran variedad de información esencial para conocer la historia de China.

Todos sabemos de la grandeza de los edificios en las principales ciudades chinas, pero éste te hará sentir diminuto. No es el mirador más alto del mundo, pero continúa ofreciendo las mejores vistas de la ciudad desde el piso 100.