Está formado por un entramado de calles que comienzan desde la Plaza de Jaama el Fna y a lo largo de las cuales se extienden numerosos puestos y tenderetes en los que puedes comprar cualquier producto típico.

La ciudad marroquí alberga numerosos museos en los que el visitante puede conocer un cachito más de la historia de la ciudad. El Museo de Dar Sid Said, el museo más antiguo de la ciudad, alberga una amplia galería artística relacionada con el arte y la historia marroquí.

La ciudad esconde majestuosos monumentos de origen islámico, de gran valor histórico y de una gran belleza. Son visita obligada la mezquita de Koutoubia, una de las más grandes de la ciudad, o la Medersa Ben Youseff, una de las escuelas musulmanas más notables el país.

La gastronomía típica de Marruecos es muy amplia, variada y exótica. El cuscús y los tajines son los platos más típicos y el té es la bebida por excelencia, disponible en cualquiera de las tiendas o bares de la ciudad. Si quieres degustar alguno de ellos y a precios asequibles puedes hacerlo en alguno de los establecimientos que se encuentran en los alrededores del Zoco.

La ciudad es la puerta de entrada al desierto del Sàhara y puedes hacerlo por el desierto de Zagora o por el de Merzouga. Éstos te ofrecen la posibilidad de hacer rutas en camello o excursiones de varios días, vivirás una experiencia única.