En el extremo oriental se encuentra este saliente boscoso que alberga dos puntos de interés: un minizoo y el Palacio de la Magdalena, de estilo ecléctico y sede de los cursos de verano de la Universidad Menéndez Pelayo.

La parte más turística de la ciudad es la playa del Sardinero, de unos dos kilómetros de longitud. Es el lugar más apropiado para darse un buen baño y cuenta con locales de restauración y chiringuitos en su entorno.

Para los amantes de los deportes náuticos, la bahía es un buen lugar para practicarlos. La vela o el surf en la cercana localidad de Somo son algunas de las opciones preferidas por los turistas.

El nombre de esta ciudad cántabra es célebre por su banco homónimo. De hecho, aquí nació la entidad financiera y prueba de ello es el edificio de la calle Pereda, la sede de este gigante mundial. El edificio destaca por su espectacular arco central.

En cuanto al arte gótico, la catedral de Santa María de la Asunción es el ejemplo más destacado, aunque también ha sufrido añadidos posteriores. Su claustro adosado es uno de los espacios de mayor interés.