Es una de las zonas más turísticas de la ciudad y en la que el turista tiene la posibilidad de disfrutar de bellezas arquitectónicas como el Dar el Mazhken, el palacio del Gobernador y que data del siglo XVII, o la Mezquita Bit El-Mal, también del siglo XVII y que tiene un peculiar minarete de forma octogonal.

Es un gran mercado típico de la zona que da entrada a la ciudad. En él es posible adquirir cualquier producto local y además queda muy cerca del Zoco Chico, más pequeño que el anterior y rodeado de numerosas cafeterías en las que puedes sentarte a tomar un té tranquilamente.

No puedes visitar la ciudad marroquí sin hacer un ruta en camello por el desierto, de lo contrario te perderás una experiencia inolvidable. Hay muchas, pero quizás una de las más concurridas es la que va desde la Gargantas de Gades a Merzouga. A lo largo de su recorrido podrás encontrarte con espectáculos naturales como las dunas naranjas del Erg Chebbi.

El hamman o baño turco es popular en el país y puedes encontrar numerosos. Los más populares son Biguine Spa y Rif & Spa, en ellos puedes disfrutar desde un simple baño turco hasta cualquier otro tratamiento de belleza y relajación.

La gastronomía marroquí es muy diversa, si bien es cierto que en ella predominan ingredientes exóticos y muchas especias. El cousous, los tajines y la harira son los platos más típicos. Hay muchos lugares en los que puedes degustarlos, pero quizá los más recomendados son El Hammamid y la Kasba, ambos en el centro de la ciudad.