Conocida como la Venecia del Norte por sus preciosos canales, sería un error dejar pasar la posibilidad de embarcarte y disfrutar de la capital de Holanda desde otra perspectiva. Cuando bajes, ve al cruce de Reguliersgracht y el Herengracht. Desde la acera de los números impares, tendrás una panorámica inigualable al poder vislumbrar 15 puentes de un solo vistazo.

La bicicleta es el modo en el que la inmensa mayoría de los vecinos de Amsterdam se mueven por la ciudad. Sabemos que no es ningún secreto, así que te invitamos a que alquiles una bici y sepas lo que se siente al pasear por los barrios más conocidos de la ciudad sobre dos ruedas. Este plan es ideal si no vas a estar mucho tiempo, ya que podrás recorrer más lugares y abarcar más en menos tiempo.

Si estás paseando por el centro de la ciudad, uno de los museos imprescindibles y siempre lleno de turistas es la casa de Anna Frank. En esta casa vivió la familia de la autora de uno de los diarios más famosos de los últimos tiempos. Anna Frank fue una niña que escribió durante la Segunda Guerra Mundial como se escondían de los nazis y ahora las páginas de su diario están expuestas en el museo.

El edificio más antiguo de la ciudad más importante de Holanda es el conocido Oude Kerk, que significa iglesia vieja y está situado en el barrio rojo. Este espectacular conjunto arquitectónico comenzó siendo una pequeña capilla dedicada al patrón de los pescadores, San Nicolás.

El barrio rojo es una de las principales atracciones turísticas de la capital holandesa. Pocos saben que, en realidad, hay tres barrios rojos. El que todo el mundo visita es el de Wallen, por ser el más grande y estar en el centro histórico. Será imposible no mirar las decenas de prostitutas de los escaparates y los clubs y sexshops que abundan en uno de los barrios más transitados de la ciudad.