Esta emblemática plaza está clasificada como Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. En ella encontrarás vida tanto de día como de noche y paseando tranquilamente por ella podrás ver cosas que te sorprenderán: encantadores de serpientes, mujeres que hacen dibujos con henna, aguadores, domadores de monos, músicos, malabaristas... ¡de todo!

Pero el símbolo más conocido de la ciudad es sin duda la mezquita Koutoubia, que es el principal templo de la ciudad. No puedes perdértela tras tus vuelos baratos entre Palma de Mallorca y Marrakech, aunque solo podrás admirarla desde fuera, pues los no musulmanes tienen prohibida la entrada.

Esta escuela coránica bien merece una visita una vez tu vuelo de Palma de Mallorca a Marrakech haya tomado tierra, pues cuenta con un patio impresionante. En esta madraza llegaron a vivir y estudiar hasta 900 estudiantes y todavía podrás ver las celdas donde vivían.

Perderte por las callejuelas de zoco es algo casi obligatorio siempre que viajas a un país árabe. El zoco de la ciudad se extiende junto a la plaza Jemaa el Fna y ocupa gran número de calles donde los artesanos y vendedores exponen sus mercancías agrupándose por gremios. Si te gusta regatear, ¡este es tu sitio!

Durante tu estancia nada mejor que degustar algunos de los platos típicos de Marruecos. En la Jemaa el Fna encontrarás gran número de puestos que venden estupendos zumos de naranja a muy buen precio, y en los restaurantes de la zona no dudes en probar los pinchos morunos, la pastela, el cuscús o el té con hierba buena. ¡Te gustarán!