Un vergel en la ciudad. Este agradable paseo que transcurre cerca del mar y que comunica la parte este de la ciudad con el centro, es casi un jardín botánico al aire libre. Curiosas especies de plantas y grandes árboles centenarios traídos desde todos los puntos del planeta hacen del Paseo del Parque el refugio perfecto para pasear y disfrutar del clima malagueño.

Si tienes la suerte de viajar durante la época de Semana Santa descubrirás un fervor típico de la semana grande andaluza junto a un excepcional ambiente en el que se mezclan turistas nacionales y extranjeros. No obstante, en cualquier época del año podrás visitar las iglesias donde se cobijan tallas tan célebres como El Cautivo, adorado por los malagueños.

Este museo, abierto al público en la última década ha atraído a millones de turistas a la ciudad. Junto a recientes aperturas como el Museo Thyssen-Bornemisza o el Museo Revello de Toro, han hecho del centro de la ciudad un espacio cultural de gran interés.

El puerto de la ciudad cobra un nuevo aspecto abriéndose al mar. Numerosas terrazas y restaurantes de todo tipo de cocina salpican este soleado lugar al que cada día llegan miles de cruceristas.

Una montaña sobre la ciudad que te regalará unas vistas increíbles. Aquí se sitúa el Parador de Turismo, donde puedes subir a tomar un café y disfrutar de la estampa de la bahía malagueña desde el punto más alto de la ciudad.