Es la arteria principal de Amsterdam. A su alrededor se extiende la ciudad medieval con tiendas, monumentos de interés turístico y cultural, cafés, museos...

Es un clásico que no puedes dejar de visitar. En el Bloemenmarkt , situado junto al canal Singel, verás tulipanes de colores que no imaginabas. Sus puestos tradicionales flotantes son todo un espectáculo digno de ser fotografiado.

La Oude Kerk es la iglesia más antigua de Amsterdam. Construida en el siglo XIII está formada por tres naves góticas. Conserva un impresionante órgano del siglo XVIII.

Encontrarás cafés salpicados a lo largo de toda la ciudad. Los Bruin Café son las tabernas tradicionales recubiertas y decoradas con madera envejecida; los conocidos como Grand Café son locales de diseño vanguardista. Y si buscas algo diferente, los Coffeshops te servirán marihuana y hongos alucinógenos de forma totalmente legal.

Ámsterdam posee una rica oferta museística a la que no podrás resistirte. Desde la casa-museo de Ana Frank, el lugar donde la joven judía vivió escondida con su familia durante la ocupación nazi, hasta el museo de Van Gogh, con más de setecientas obras del pintor (entre cuadros y dibujos), pasando por el Rijkmuseum, una enorme pinacoteca con más de cinco mil obras atesoradas en un emblemático edificio de principios del XIX.