Es uno de los barrios más antiguos de la ciudad y uno de los más atractivos. Está formado por estrechas calles adoquinadas que conservan la esencia histórica de la ciudad. El barrio disfruta de una gran vida nocturna y en él podrás disfrutar sobre todo de pubs y restaurantes por las noches y de mercadillos durante el día.

Esta Universidad es la más antigua del país, pues su historia se remonta a 1592, cuando la fundó la reina Isabel I. Se localiza en el corazón de la ciudad y el campus ocupa ni más ni menos que 190.000 metros cuadrados. No dudes en darte un agradable paseo por el campus disfrutando de sus edificios y su historia.

Este almacén, utilizado para dejar que la cerveza Guinness fermentara, fue construido en el año 1904. Estuvo en funcionamiento hasta 1988 y en 2000 volvió a abrir sus puertas pero solo a modo de exposición. Tanto si te gusta esta cerveza como si simplemente sientes curiosidad por cómo se fabricaba esta célebre marca de cerveza, no dudes en visitar el almacén.

Un edificio que sin duda llamará tu atención tras tu vuelo entre Sevilla y Dublín es esta imponente construcción de estilo neoclásico que fue edificada en el siglo XVIII y que sirvió de sede de la aduana para el puerto de la ciudad. En la fachada del edificio destaca un pórtico de estilo dórico y en lo más alto, llama la atención su cúpula de bronce.

Esta calle se encuentra en pleno corazón de la ciudad y es una de las calles peatonales más transitadas. En Grafton Street, además de músicos y artistas callejeros podrás disfrutar de una tarde de compras. Al norte de la calle se encuentra la estatua de Molly Malone, a quien James Yorkston dedicó una canción que actualmente es casi un himno para los irlandeses.