El antiguo palacio donde los reyes de España disfrutaban de sus vacaciones de verano gracias a los benévolos veranos santanderinos es hoy día uno de los lugares más visitados y fotografiados de la ciudad. Ahora en el edificio todos los veranos miles de estudiantes realizan cursos en la universidad Menendez Pelayo.

La playa principal y orgullo de la ciudad cuenta con impresionantes vistas y un mar amable escondido dentro de la bahía ofreciéndonos algunos de los paisajes más bonitos de todo el norte del país

Tras la visita a la catedral de la ciudad, merece la pena visitar uno de los sitios con mayor encanto de todo el conjunto histórico. Justo detrás de la catedral de la ciudad encontramos este paraje casi idílico. Dentro del claustro podemos apreciar multitud de sepulcros con los personajes más influyentes de la ciudad y algunas obras de arte imperecederas.

Uno de los lugares más concurridos por indígenas y foráneos. En él se aprecia la vida y la historia de la ciudad, y al final del mismo podemos apreciar otro de los edificios imprescindibles de Santander, su palacete a orillas del mar.

Esta isleta de apenas 1,7 hectáreas, se sitúa en la bahía del Sardinero. En su superficie podemos apreciar el maravilloso faro que da nombre a la isla y que guarda historias de marinos y batallas en su interior.