Apodada "la isla de las flores", Madeira es un verdadero destino natural. Sus espléndidos paisajes pueden explorarse a pie, siguiendo las levadas (canales de irrigación o acueductos) que nacent en lo alto de las montañas y desembocan en el Océano Atlántico. Funchal, la capital, es una pequeña ciudad que posee el encanto característico del sur de Europa