Separado de Zambia por el río Zambeze, Zimbabue comparte con su vecina algo más que la misma inicial: una historia en común y sobre todo, las espectaculares cataratas Victoria. Por estos increíbles saltos de agua caen nada menos que cinco millones de metros cúbicos por minuto. También conocidas con el nombre de Mosi-oa-Tunya, las cataratas Victoria son la mayor cortina de agua del planeta. Y si a esto le sumamos una fauna de lo más rica y variada con especies como jirafas, búfalos o hipopótamos, entre muchas otras.
Además de estos vertiginosos paisajes, Zimbabue ha sabido preservar su fauna para el disfrute de los miles de turistas que visitan el país para disfrutar de un completo safari por sus dominios. Así pues, los parques y reservas naturales se cuentan por decenas. Entre los más conocidos, evidentemente se encuentra el Victoria Falls National Park, además del también conocido Chimanimani National Park. Muchos viajeros acuden hasta aquí diversas especies de Cephalophus como antílopes y ñus azules, entre otros exóticos animales. No obstante, la mayor y más rica reserva natural de toda África Austral se encuentra en Hwange, en la zona Oeste del país. Su visita permitirá al viajero meterse en la piel de Cecil John Rhodes o David Livingstone brindándole una experiencia que jamás olvidará. El Chimanimani National Park se encuentra al Este de Zimbabue. Esta región se caracteriza por sus numerosos picos montañosos de cuarcita que llegan a culminar a una altitud de 2440 metros.
La historia de Zimbabue es bastante movida. Esta antigua colonia británica fue conocida durante mucho tiempo bajo el nombre de Rodesia del Sur, adoptando el nombre de Zimbabue en 1980. En aquel momento, el dictador Robert Mugabe se haría con el poder imponiendo un régimen totalitario que ocasionaría un fuerte empobrecimiento del país debido a la participación en la Segunda Guerra del Congo. Como recompensa por el apoyo recibido durante el conflicto armado, el presidente de la República de Congo, Laurent-Désiré Kabila, entregó una mina de cobalto a Mugabe. Este elemento químico es utilizado en diferentes sectores como la industria metalúrgica, la fabricación de imanes e incluso en la producción de pegamentos y jabones.
Una de las principales ventajas que presenta el país africano es un ubicación sobre una gran llanura. Debido a esto, son pocos los lugares en Zimbabue en los que la altitud supera los 1.000 metros, por lo que las temperaturas durante la jornada son bastante cálidas mientas que las noches son frescas sin llegar a ser frías. Así pues, su visita puede realizarse en cualquier época del año. No obstante, el mejor momento para viajar a Zimbabue es entre marzo y diciembre, ya que la estación de lluvias tiene lugar de abril a noviembre. Durante este periodo, las lluvias son cortas pero lo cierto es que bastante frecuentes y abundantes. Nosotros recomendamos al viajero visitar el país durante la estación seca, ya que además de poder disfrutar de una mayor comodidad, este es el mejor momento para contemplar a los animales salvajes que se congregan cerca de los ríos y acuíferos para hidratarse.
Situada al nordeste de su territorio, Harare es la capital y principal núcleo urbano de Zimbabue. Durante todo el periodpo colonial y hasta 1982, la capital fue conocida como Salisbury, en honor al Primer ministro británico en aquel momento. Después, pasó a llamarse Harare en honor al jefe tribal de los Ne-Harawa. Para poder disfrutar de las mejores vistas sobre el conjunto de la ciudad y sus alrededores, hay que dirigirse a la colina de Kopje. Tas contemplar tan hermoso panorama, llega el momento de dar una vuelta por la Robert Mugabe Road, calle salpicada de varios edificios de arquitectura colonial. Los Harare Gardens son el pulmón verde de la capital zimbabuense. En el interior del parque el viajero podrá disfrutar de una piscina y de un bosque tropical en miniatura. Para satisfacer vuestro apetito cultural, no hay nada mejor que dar una vuelta por la Galería Nacional, en donde podreís disfrutar de múltiples obras de diferentes estilos y disciplinas de toda África, siendo especialmente destacables las esculturas shonas. Por último, a la hora de ir de compras, la mejor opción es ir a Mbare, el mayor mercado del país, en el que encontrareis desde frutas y verduras a hermosos productos artesanales.
Las esculturas de ébano, caoba o en madera de mukwa abundan en todo el país. También hay obras de arte muy interesantes en las galerías de Bulawayo y de Harare. Eso sí, ten cuidado con la madera de mala calidad cubierta de betún, porque las falsificaciones están a la orden del día. También se pueden hacer buenas compras de piedras preciosas como la esmeralda, la malaquita o la serpentina que se pueden encontrar esculpidas o engastadas con joyas. Para los amantes del encaje y de la cestería, estos productos pueden adquirirse a un buen precio y son de buena calidad. Pero el recuerdo más típico de Zimbabwe es el conocido taburete batonka de madera esculpida, originaria de la región de Binga, pero que se encuentra con facilidad en Cataratas Victoria. Por lo general, las tiendas abren de 08.00 a 17.00 horas de lunes a sábado, algunas cierran el sábado a las 12.00 horas.
La comida en Zimbabue no es ni excepcional ni variada y ofrece una mezcla de especialidades inglesas y de platos tradicionales africanos. La especialidad culinaria más representativa de la gastronomía del país es el sadza, plato tradicional que parece una especie de puré de maíz blanco, acompañado normalmente de diversas carnes o nyama, como ternera, pollo, carne de caza, cocodrilo, kudú o impala que a veces van acompañados por la salsa sadza ne nyama. Si por el contrario no eres muy amigo de la carne, puedes acompañar tu plato con diferentes verduras verdes y judías.
Al igual que en muchos otros países africanos, la cocina zimbabuense propone los tradicionales boerewors, una especie de salchichas de ternera típicas de los Países Bajos. La carne de estos deliciosos embutidos frescos es condimentada con muchas especias como nuez moscada, pimienta negra o coriandro. Algunas de estas salchichas también pueden contener carne de cerdo.
Al igual que Asia, en Zimbabue pueden encontrarse gusanos mopane. Estos viscosos insectos también conocidos con el nombre de madora o mashonja, son muy ricos en proteínas. Los zimbabuenses los dejan secar al sol antes de hacerlos freir.
Si el viajero es más de pescado que de carne, la brema, la kapenta y la trucha son algunas de las variedades más comunes que encontrará en los restaurantes locales.
Al igual que en muchos países africanos, es preferible respetar ciertas conductas. Las señales de cortesía son muy importantes, por lo que es mejor conocer las expresiones locales. El apretón de manos se hace por lo general en tres fases: un apretón normal seguido con una unión de los dedos doblados con los pulgares levantados y en contacto y se acaba con un apretón normal. Es incorrecto e irrespetuoso criticar abiertamente al gobierno. Y utiliza el humor con prudencia porque se lo pueden tomar muy en serio.
Los Shonas son el grupo étnico más numeroso de Zimbabue. Desde el punto de vista artístico, el viajero podrá apreciar una amplia variedad de tejidos y telas, vestimentas, joyas y complementos. Las cestas trenzadas son a menudo decoradas con motivos simétricos. En cuanto a los taburetes, estos son generalmente esculpidos directamente de la misma pieza de madera.
Para regalar un auténtico homenaje a la vista y los odios del viajero, no hay nada mejor que asistir a uno de los rítmicos espectáculos de música y danza de los Shonas. En este tipo de eventos, los tambores y la percusión son los elementos predominantes. La mbira, instrumento tradicional de Zimbabue, es el instrumento que jamás falta en las celebraciones y ceremonias religiosas. Su forma recuerda a la de una especie de piano en miniatura que se toca con los pulgares.
Zimbabue no solo atesora algunas de las más hermosas reservas naturales del África Austral así como una variedad de fauna salvaje para quitarse el sombrero, sino que además cuenta con una de las atracciones más impactantes del continente africano: las imponentes Cataratas Victoria. A la hora de viajar a Zimabbue, el viajero podrá optar por los clásicos circuitos acompañados, o bien por los circuitos de aventura, que incluyen desplazamientos y rutas a pie. Del mismo modo, quienes tengan un presupuesto superior pueden optar por una estancia a la carta con alojamientos en lodges y otros privilegios.
Si decides tomar el tren, jamás le quites el ojo a tu equipaje o lo dejes sin vigilancia. De igual manera, es recomendable viajar siempre con algo de comida, ya que la mayoría de ellos carecen de vagones restaurante.
En carretera, las colisiones contra animales son un fenómeno relativamente frecuente. Si tienes la mala suerte de embestir una cabra u oveja, es normal ofrecer una compensación a su propietario. La red de carreteras del país se encuentra en un estado más o menos correcto, pero el mantenimiento de las rutas no es precisamente el mejor. Aconsejamos a los viajeros que viajen en coche parar a echar gasolina siempre que sea posible, ya que muchas estaciones de servicio se encuentran desabastecidas, particularmente en las zonas rurales.
Las caminatas y paseos en la cara Este del Chimanimani National Park (cercana a la frontera con Mozambique) deben realizarse con muchísima atención, y si es posible acompañados por alguien que conozca bien la zona, ya que todavía quedan unas cuantas minas antipersonas enterradas bajo tierra.