Descubiertas por el célebre explorador británico David Livingstone, las cataratas Victoria ofrecen uno de los atractivos más espectaculares y populares de Zimbabwe. El ancho curso del Zambeze se precipita al vacio para penetrar en estrechas y sinuosas gargantas situadas 100 m más abajo. Esta impresionante pared líquida de 1,7 km de ancho derrama, en época de crecida, hasta cinco millones de metros cúbicos de agua por minuto en un estruendo permanente. Aunque en los alrededores de las cataratas se ha desarrollado una importante infraestructura turística y su correspondiente lote de productos y servicios indeseables, las cataratas permanecen relativamente preservadas y ofrecen un espectáculo sobrecogedor.