Descubiertas en 1868, las ruinas del Great Zimbabwe representan un testimonio impactante del poder de la civilización bantú, a principios del segundo milenio. Habiendo conocido una época floreciente entre los siglos XI y XV, periodo en el que mantiene fructuosas relaciones de negocios con los comerciantes swahilis (se han encontrado fragmentos de porcelana de China, joyas de la India y cerámica persa), la capital fue víctima de su éxito y pronto le faltaron los recursos naturales para abastecer a una población en continuo aumento. Hoy, Great Zimbabwe es el más importante yacimiento arqueológico del África subsahariana y merece que se le dedique un día.