El mágico Bosque de Anaga en Tenerife, Reserva de la Biosfera de la UNESCO

La isla de Tenerife atrae a los visitantes por sus playas de arena negra volcánica, su gastronomía a base de pescado fresco y sus piscinas naturales de color turquesa excavadas en la roca. Sin embargo, esta pequeña joya del océano Atlántico también es famosa por su bosque primario, clasificado como reserva de la biosfera por la UNESCO en 2015, donde vive el mayor número de especies endémicas de Europa.

En el extremo nororiental de la isla, un parque protegido de 15.000 hectáreas, Anaga, abarca los tres municipios tinerfeños de La Laguna, Santa Cruz de Tenerife y Tegueste. Esta maravilla de la isla volcánica es un soplo de aire fresco en medio del bullicio de los centros turísticos costeros. Este denso y frondoso bosque es fácil de visitar e incluso tiene acceso para personas con movilidad reducida.

Pueded traer a sus hijos a pasar el día aquí y recorrer uno de los senderos hasta el océano Atlántico, que nunca está lejos.

Según los científicos, el nacimiento de esta zona infinitamente verde se remonta a hace más de 7 millones de años El macizo de Anaga se eleva a 1.024 metros de altura. Esta reliquia natural está formada por uno de los últimos bosques primarios de Europa. Por desgracia, estos bosques, como los del Amazonas, han desaparecido casi por completo. Sin embargo, antaño cubrían la mayor parte de la cuenca mediterránea.

Este ecosistema es tan rico y generoso que alberga unas 800 especies de flora y fauna únicas en el mundo. Entre ellas destacan la euforbia canaria, los naranjos silvestres, los vinatigos y los laureles. En cuanto a los animales, 200 especies de aves sobrevuelan el macizo cada año. También hay muchos pequeños invertebrados autóctonos de la isla, como el lagarto de Tenerife.

Este bosque, a menudo acariciado por la niebla, es extraordinariamente húmedo. Sus microclimas lo convierten en un lugar donde la biodiversidad abunda y se mezcla, con un telón de fondo de impresionantes formaciones rocosas.

En las laderas, laureles, líquenes, helechos y musgos de excepcionales tonalidades verdes se entrelazan en el profundo suelo. A lo largo del sendero, descubrirás formaciones geológicas como nunca antes habías visto. Agujas, barrancos y chimeneas volcánicas confieren a este bosque su carácter de cuento de hadas.

Los canarios aún cuentan muchas leyendas sobre el bosque de Anaga. Una de ellas habla de brujas que se reúnen en el bosque para realizar "alkelarres", o danzas alrededor del fuego.

Los paseos por el macizo de Anaga son impresionantes y variados. Hay para todos los niveles, edades y gustos.

Recomendamos la ruta "Sendero de los Sentidos ". Este sendero está construido íntegramente sobre una pasarela de madera, lo que lo convierte en un paseo perfecto para familias e incluso personas con movilidad reducida.

Para encontrarlo basta con dirigirse a la Cruz del Carmen, donde se encuentra el Centro de Interpretación del Bosque de Anaga.

Aquí y allá, a lo largo de su ruta por el bosque de Anaga, los miradores te invitan a descubrir vistas panorámicas. Podrás hacer fotos increíbles y simplemente pasar un rato admirando la majestuosa belleza del paisaje canario.

T recomendamos el mirador de la Cruz del Carmensituado junto al centro de visitantes y de fácil acceso. En un día despejado, podrásver el volcán Teide, el punto más alto de la isla volcánica.

El mirador de La Jardina ofrece una magnífica vista del pueblo de San Cristóbal de La Laguna.

Taganana es un pequeño pueblo encaramado en las colinas del macizo de Anaga. Es el lugar perfecto para parar a comer algo y visitar un lugar auténtico con arquitectura típica isleña. Las casas encaladas recuerdan el pasado del archipiélago y sus costumbres olvidadas.

El nombre del pueblo procede de la palabra guanche "Anagan", que significa rodeado de montañas.

Puedes visitar la iglesia de Nuestra Señora las Nieves y admirar el magnífico tríptico de la Adoración de los Reyes en el interior del edificio.

Camino Portugal es la parte más antigua de Taganana. Su nombre procede de los plantadores de caña de azúcar de Madeira que trazaron el camino en el siglo XVI.

Guachinche Bibi y Mana

Este pequeño restaurante no parece gran cosa. Sin embargo, sirve especialidades de marisco pescadas esa misma mañana. Disfruta de la colorida decoración antes de bajar al mar para una siesta digestiva... El establecimiento abre de 7:00 a 17:00, todos los días excepto lunes y martes.