Nueva Aquitania: Descubrir la región más extensa de Francia

Recorriendo esta vasta región de norte a sur, los turistas atraviesan sucesivos panoramas de bosque, costa, valles y alta montaña. Formada por 12 departamentos: Charente, Charente-Maritime, Corrèze, Dordoña, Lot et Garonne, Gironda, Landas y Pirineos Atlánticos, la región de Nouvelle-Aquitaine tiene doce caras, todas diferentes, pero todas espléndidas y ricas en historia y paisajes sorprendentes. Es difícil elegir y visitar sólo una parte de esta región. Por eso muchos turistas son asiduos, vuelven año tras año para seguir descubriendo Nueva Aquitania y sus diferentes perfiles.

Empezando por el norte, Dordoña y Lot y Garona son tierra de hombres desde la prehistoria. Entre bosques y verdes valles regados por el Garona, el Dordoña y numerosos ríos, estos dos departamentos son como un museo al aire libre. Una huella gigante de los primeros vestigios de la humanidad sobre la tierra. Cuevas, yacimientos prehistóricos, bastiones, castillos y edificios religiosos narran las primeras páginas de la historia de Francia.

Tierra de gentes, estos dos departamentos, con su naturaleza omnipresente, también están llenos de tesoros gastronómicos, con productos tan queridos del terruño francés como el foie gras, el confit de pato, las trufas y los ceps.

Más al este se encuentra la Gironda. Mientras que los dos departamentos anteriores ofrecen gastronomía gourmet, aquí estamos para descubrir la rica tradición vinícola de la región de Nouvelle-Aquitaine, con sus mundialmente famosos grands crus bordeleses. En el interior, por supuesto, son los viñedos los que dominan el paisaje, pero con Arcachon y Burdeos, los amplios mares abiertos ofrecen a los visitantes vastos horizontes. La arquitectura de las magníficas mansiones del siglo XVII es testigo de un savoir-faire humano de gran delicadeza.

A medida que se avanza hacia el Sur, en dirección a los Pirineos, se abre la región de las Landas. Aquí el paisaje se divide entre las largas playas y pueblos junto al océano, que viven al ritmo de las mareas y los surfistas (Biscarosse, Hossegor, Mimizan) y uno de los bosques más extensos de Europa, las Landas de Gascuña.

A medida que se acerca al País Vasco, la cultura de sus gentes se hace cada vez más fuerte. Las tradiciones y la historia son el orgullo de los niños de la región, que mantienen vivo el legado de sus antepasados durante las fiestas, con las carreras de las Landas protagonizadas por pastores en zancos.

Muy al sur, la cadena montañosa de los Pirineos, frontera con España, es el departamento de los Pirineos Atlánticos. Y es justo decir que los habitantes de esta región están hechos de la misma madera que la tierra que los vio nacer. Aquí, la fuerza del océano se une a la escabrosidad de las montañas. Entre los inmensos bosques (el bosque de Iraty), las montañas (los Pirineos) y las orillas del océano, hay suficiente para forjar el carácter y el acento de todo un pueblo.

Mientras que la región vasca ha estado históricamente influenciada por el océano, con ciudades como Biarritz, Anglet y Hendaya, que fueron populares refugios de corsarios en los siglos XVI y XVII, Béarn y sus montañas son más terrestres y se encuentran en el centro del Parque Nacional de los Pirineos.