


Este hotel bien situado cuenta con los equipamientos mínimos, aunque tiende a mejorar.
- Bien situado
Este hotel bien situado cuenta con los equipamientos mínimos, aunque tiende a mejorar.
El hotel, cerca del barrio de Batignolles, está bien situado para descubrir otra parte de París. Cerca de la Butte Montmartre, podrás fácilmente visitar el Sagrado Corazón y disfrutar de una velada en el Moulin Rouge. Los amantes de los deportes podrán acceder directamente al estadio de Francia (línea 13). El barrio está repleto de bares agradables y restaurantes variados, y cuenta con una vida nocturna trepidante. Se puede acceder fácilmente a la orilla izquierda con las líneas de metro 13 y 2 (con trasbordo).
Las 86 habitaciones del establecimiento se reparten en 8 plantas. Ahora mismo se están renovando las habitaciones, poco a poco. Y las habitaciones reformadas son realmente agradables, con mucha madera oscura, colchas de color caqui, paredes beige y una moqueta color óxido, mientras que las habitaciones no reformadas tienen tonos azules o verdes y tapicerías con flores, etc. La vista desde los últimos pisos es genial, pide una habitación en el piso 7 y 8 para ver los tejados de París y el Sagrado Corazón. En cuanto a las prestaciones, hablamos de televisión de tubo catódico (las pantallas planas van llegando a las habitaciones renovadas), ventilador y secador en los cuartos de baño, que son sencillos y limpios (con ducha o bañera, según la configuración de la habitación). Las habitaciones se dividen en twin/doble, triples o cuádruples (dos de esta categoría).
Se accede a la recepción a través de unos pequeños escalones. El trato es distendido, ya que se trata de un hotel familiar de atmósfera agradable. Justo detrás se encuentra el vestíbulo con máquinas a disposición (bebidas frías, calientes y tentempiés) y cajas fuertes (3,50 ? al día). El vestíbulo también dispone de un microondas para calentar biberones, entre otras cosas. La sala del desayuno se encuentra en el piso -1, en un estilo años '70, incluso '80, algo anticuada, con asientos rojos de cuero. Por el momento, la conexión WIFI es gratuita pero pronto será de pago.
salón de belleza, puesta en forma, EPA, baño turco
Un hotel realmente atípico
Un hotel con una decoración normalita, pero con un ambiente familiar y en general, bastante limpio.
Un hotel con una decoración aceptable y que se ve limpio. Se han previsto renovaciones durante el invierno 2010-2011 que afectarán a los cuartos de baño de las habitaciones, el vestíbulo...
Un hotel que te hará pasar una estancia agradable
Un hotel de barrio sin grandes pretensiones pero resultón
Un hotelito de 2 estrellas, con habitaciones sencillas y bien decoradas. Barrio cercano al del Sagrado Corazón que permite dar agradables paseos a pie por las callejuelas que suben a la colina de Montmartre.
Este hotel, bien situado, está equipado únicamente con lo mínimo, pero está en proceso de mejora.
Si buscas un hotel limpio con las infraestructuras mínimas, éste tiene tarifas razonables.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.