


Un hotel sencillo pero muy práctico al que, pese a todo, le haría falta una buena reforma para ajustarse a las tendencias actuales.
- Norma internacional
- Bien situado
- Corazón
Un hotel sencillo pero muy práctico al que, pese a todo, le haría falta una buena reforma para ajustarse a las tendencias actuales.
El hotel está situado en una pequeña calle cerca de la avenue Wagram y está más cerca del barrio de Ternes que de los Campos Elíseos. Pero eso no importa, ya que está en una calle tranquila y en un barrio igual de agradable. Su ubicación satisfará tanto a los que viajen por negocios como a los turistas, ya que el Palacio de Congresos está a 15 minutos a pie y se puede llegar a Disneyland con la línea RER A. Además, encontrarás interesantes bares y restaurantes en el barrio. Los Campos Elíseos y la avenida des Ternes son perfectas para ir de compras.
Las 25 habitaciones tienen ese aspecto años 90 que pronto se renovarán para modernizarlas. Las habitaciones confort (que dan a la calle) y las club (que dan al patio) disponen del mismo equipamiento: climatización individual, TV de pantalla plana con Canal+, caja fuerte y plancha para pantalones. Los cuartos de baño tienen bañera, secador de pelo y espejo de aumento. El servicio de habitaciones funciona de 17:00 a 01:30 h. Dispone de habitaciones familiares: se unen dos habitaciones y son ideales para las familias. Además, existe la posibilidad de cerrar la puerta que une ambas habitaciones, para disfrutar de mayor intimidad.
El hotel ofrece una decoración digna de los años 90, con un bar justo al lado de la recepción abierto entre las 11:00 y la 01:00 h. La carta del bar es correcta. La recepción es agradable y el personal es bastante joven. Por desgracia, la decoración no tiene demasiada personalidad. Incluso parece que nada ha cambiado en décadas. Asimismo, el hotel dispone de una sala de convenciones con capacidad para 15 personas e iluminada con luz natural. La conexión wifi es gratuita.
El hotel pertenece al grupo Arc Avenues Hôtel, que agrupa en total 5 hoteles, todos situados alrededor de la plaza de l'Etoile: el Chambellan Morgane, el Arc Elysées, el Centre Ville Etoile y el Arc de Triomphe.
masaje, salón de belleza, puesta en forma, EPA, baño turco
gimnasia, fitness
El clásico encanto impecable y los precios elevados.
El edificio del hotel es conocido por su estilo Art Nouveau (de Lavirotte) y ya solo por la fachada merece la pena la visita.
Un establecimiento serio en un barrio que no puedes dejar de visitar.
Un 3*** acogedor.
Te encantará la ubicación ideal de este hotel
A dos pasos de los Campos Elíseos.
Un establecimiento serio que cuenta con un toque marino.
Tras su renovación total, el hotel reabrió sus puertas en septiembre de 2010. Desde entonces se ha convertido en el atractivo del barrio.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.