


Este hotel, sencillo y cómodo, propone un alojamiento con una ubicación ideal a la cual se añade un pequeño toque de historia.
Este hotel, sencillo y cómodo, propone un alojamiento con una ubicación ideal a la cual se añade un pequeño toque de historia.
15/20
Si te alojas en el hotel Ducs de Bourgogne no tardarás nada en llegar al Pont Neuf. Pero precisemos: hay que saber que se trata de un puente mucho más antiguo de lo que su nombre puede dejar entender (Puente Nuevo) ya que es el primer puente de arcos y de piedra de París. Cerca del hotel hay multitud de puntos de interés: la Ópera, Châtelet o el museo del Louvre son algunos que vale la pena visitar. La calle del Pont Neuf está siempre muy concurrida de tráfico, por lo que es un poco ruidosa. Aunque por otro lado se aprecian la cantidad de restaurantes, bares y tiendas que hay en ella. Al estar el hotel en el centro de París, se puede acceder a un gran abanico de transportes públicos; las paradas de metro más cercanas son la de Chatelet y la de Louvre-Rivoli.
El Ducs de Bourgogne cuenta con 50 habitaciones, la mayoría de ellas de categoría superior. Si bien las habitaciones estándar son perfectas para los presupuestos más ajustados, son tan estrechas que al abrir la puerta para entrar ésta choca contra la cama. Las habitaciones superiores son más espaciosas y tienen poca decoración. Algunas contienen balcones que dan a la animada calle. Las estándar ofrecen cuartos de baño con ducha y las superiores, con bañera. Todas están muy bien equipadas con aire acondicionado, caja fuerte, acceso wifi gratuito y una televisión.
La historia del viejo París que rezuma de la arquitectura del barrio se prolonga hasta la recepción del hotel amueblada a la antigua. Te podrás tomar un café en un salón con chimenea decorativa y una biblioteca a la que uno casi no se atreve a entrar para no molestar. Los pasillos tienen suelos de moqueta y llevan impregnados la huella del tiempo, aunque en este caso se trata más bien del desgaste físico y no tanto del encanto que desprenden los cuadros de las paredes. El lujoso desayuno continental se sirve en una antigua bodega de vinos y cuesta 15 euros. Además, el hotel cuenta con una sala de conferencias y una consigna.
EPA, baño turco
El Novotel Paris Les Halles está situado en una posición estratégica en el corazón de París, por lo que está perfectamente conectado con los cuatro puntos de la ciudad. Además, está adaptado a las familias.
La arquitectura histórica del Tonic da carácter a sus pequeñas habitaciones, amuebladas a la antigua, en una tranquila calle entre el Ayuntamiento y el Louvre
El Relais du Louvre, pensado especialmente para las estancias en familia, está a dos pasos del museo del Louvre y tiene una decoración acogedora y distendida.
Con cada una de sus pequeñas habitaciones decorada en los tonos de un famoso pintor, este hotel te sumergirá en un ambiente artístico del que podrás seguir empapándote en el museo del Louvre, que se encuentra casi justo enfrente.
Suntuoso hotel palaciego, con una decoración medieval que le concede al lugar un aspecto de antaño, lleno de gracia y de elegancia.
Recientemente reformado, el hotel Louvre Rivoli es un alojamiento cómodo y elegante en el centro de la capital, entre Châtelet y el museo del Louvre
El Empire Paris goza de una situación óptima, muy cerca del museo del Louvre y de la Comedia Francesa. Es un hotel relativamente reciente, de estilo contemporáneo, impecable, modesto y acogedor.
Un hotel sencillo con habitaciones funcionales pero sin encanto. Muy bien situado en pleno centro. Un antiguo bar hace las funciones de sala del desayuno, muy bonito.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.