


El Folkestone, un hotel clásico y cálido a dos pasos de la plaza de la Madeleine, propone habitaciones funcionales y cómodas.
- Cultura
- Descanso
El Folkestone, un hotel clásico y cálido a dos pasos de la plaza de la Madeleine, propone habitaciones funcionales y cómodas.
17/20
La ubicación del hotel Folkestone cerca de la plaza de la Madeleine es perfecta tanto para los visitantes en viaje de placer como los que viajan por negocios. Los vecinos escaparates del bulevar Haussmann son una maravilla, tanto en Navidades cuando se iluminan como para el período de rebajas, cuyos precios conseguirán que tus ojos hagan chiribitas. Por la noche, podrás sumergirte en la cultura gracias al Olympia, la Ópera y varios teatros de los alrededores. El hotel, situado en una calle tranquila, está cerca de restaurantes y de barrios de negocios. El metro de la plaza de la Madeleine está a unos minutos a pie.
El Folkestone no tiene una decoración particularmente folclórica; sus habitaciones son más bien clásicas y cálidas. Todas disponen de minibar, climatización, caja fuerte individual y televisión con satélite y Canal +. La mitad de los cuartos de baño tienen bañera y el resto, ducha. Sin embargo, su pequeño tamaño se repite en todos ellos. Pero, si lo que buscas es espacio, el salón de las habitaciones superiores no te dejará indiferente. El hotel dispone de tres habitaciones comunicantes, un buen detalle para las familias. Las habitaciones dan a la calle tranquila o a un patio, así que el silencio reina en todas ellas.
El saloncito acogedor y de un estilo neutro marca la tónica de las 50 habitaciones del hotel. La sala del desayuno, en el subsuelo, está invadida por un olor de tradición: cada mañana se ofrecen pasteles caseros además del buffet lleno de panes, bollos, quesos y embutidos. Y la guinda en el pastel es que el zumo de naranja es natural. Todo el hotel dispone de conexión a Internet wifi gratuita.
El hotel no ofrece ni servicio de restauración ni de habitaciones. Podrás tomar el desayuno en la habitación hasta mediodía. La especialidad del hotel son las deliciosas tartas caseras que completan el menú clásico de un desayuno continental. La sala se encuentra en el nivel -1, por lo que no tiene luz natural, aunque al menos tiene una bonita bóveda de ladrillo.
salón de belleza
Ven a sentirte como un estudiante parisino en las habitaciones abuhardilladas...
El encanto británico ha llegado a una ubicación real del corazón de París, entre la Ópera y los Grandes Almacenes.
El hotel es ideal para los jóvenes que no quieran dedicar todo su presupuesto al alojamiento. El barrio es perfecto y el hotel tiene realmente una buena decoración, ideal para un fin de semana en la ciudad.
Atmósfera relajada en este hotel pequeño, acogedor y funcional, situado entre la Madeleine y la Ópera.
Este Mercure nos ha enamorado, rebosa de espacio y frescor.
Un hotel muy práctico.
El hotel Opal cuenta con varias ventajas: una decoración agradable, un barrio animado, un trato dinámico y tarifas atractivas.
Este tres estrellas es nuestra corazonada en Paris, está muy bien ubicado justo en frente de la iglesia de la Madeleine, su decoración, su precios y su acogida es todo lo que un turista puede buscar en Paris. Es un sitio romántico idealmente situado en el corazón del centro de Paris.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.